Una investigación israelí explica el uso de un grupo de artefactos hallados en la década de 1990 en las montañas de Eilat en rituales mágicos

Figura femenina de barro. Foto: Clara Amit/Autoridad de Antigüedades de Israel.Figura femenina de barro. Foto: Clara Amit/Autoridad de Antigüedades de Israel.

En el camino hacia La Meca, los peregrinos musulmanes que viajaban desde El Cairo solían hacer una parada para visitar a expertos en rituales mágicos. En un estudio recientemente realizado en Israel, se estudió un grupo de artefactos encontrados en Eilat que se cree que se utilizaban en estos rituales hace 400 años.

La investigación fue recientemente publicada en la revista Journal of Material Cultures in the Muslim World, y estuvo a cargo de Itamar Taxel, de la Autoridad de Antigüedades de Israel (IAA), Uzi Avner, del Centro de Ciencias del Mar Muerto-Arava y Nitzan Amitai-Preiss, de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Los artefactos se encontraron hace años en un sitio arqueológico en la región de Eilat, al sur de Israel. Era un grupo de artefactos que, según los expertos, se usaban contra el mal de ojo y para sanar enfermedades. Según los científicos a cargo del estudio, «este descubrimiento revela que las personas en el período otomano temprano, al igual que hoy en día, consultaban a hechiceros populares junto con su creencia formal en la religión oficial».

Además, explicaron que los artefactos fueron descubiertos por un residente de la zona. Entre otras cosas, se encontraron docenas de fragmentos de sonajeros de arcilla, que contenían pequeñas piedras que emitían sonidos al agitarlos. Además, dos artefactos similares a pequeños altares de incienso y una pequeña figura de una mujer desnuda, que representaba a una deidad o sacerdote. 

El análisis de la arcilla utilizada para los artefactos cerámicos reveló que provenían de Egipto. Este es el primer hallazgo de este tipo de objetos rituales en la zona. Es sorprendente, sobre todo al tratarse de un sitio temporal y no un asentamiento permanente.

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2 thoughts on “Una investigación israelí explica el uso de un grupo de artefactos hallados en la década de 1990 en las montañas de Eilat en rituales mágicos”
  1. Aunque pueda parecer increíble, en países de la OCDE como España muchos aun siguen acudiendo a curanderos y otros expertos en supersticiones y pseudociencias, para adivinanzas o mal de ojo, o más veces como alternativa a la medicina oficial, de las que parecen más de algún tipo de brujería, porque aparte también están otras con mejor imagen o las que fueron oficialmente apoyadas como la homeopatía, que se vendían en las farmacias españolas y básicamente son pastillas de agua con azúcar a precio de oro. Estas creencias o supercherías están expresamente prohibidas por la Iglesia Católica, también por la Española por mucho que sí permita o fomente supercherías propias no muy diferentes como los lugares o santos milagrosos, incluso estando vivos, o aun nombran sacerdotes exorcistas, una práctica que seguramente en otros países más civilizados sería un delito grave de atentado a la dignidad de enfermos mentales. Esta tradición no se explicaría porque a veces los más fascistas o ultracatólicos muestren ramalazos de independencia del Vaticano o del catolicismo oficial, seguramente por motivos históricos, ni porque los neonazis españoles sean igual de aficionados al ocultismo como lo fue la Alemania nazi. La tradición española por los curanderos bien podría venir de época medieval según dicen varios expertos, por los que se especializaron en practicas médicas poco ortodoxas como las matronas y los barberos, debido a la pobreza de los españoles. Como las matronas hacían competencia a medicos españolas, muchas fueron denunciadas por brujas y perseguidas por la Santa Inquisición Española. Sin embargo no se encuentran textos sobre la posible influencia que tendría la prohibición de la Iglesia Católica contra los médicos judíos, para ejercer con pacientes católicos, aun así, la aristocracia continuó contratando médicos personales judíos por la fama que tenían, quedando las prohibiciones solo para la chusma española, que tuvo que conformarse con médicos españoles, o más probablemente con los curanderos o brujas y los barberos.

  2. En la actualidad los españoles nunca suelen poner en peligro su salud o su vida prescindiendo totalmente de la medicina tradicional o legal. De hecho, durante la pandemia del coronavirus, aunque los españoles fueron de los países con más víctimas mortales, debido a los importantes problemas de carencias en la sanidad pública o los de dejadez político-social con sus ancianos, a pesar de todo, no se tiene conocimiento de españoles que acudieran a las tradicionales supercherías. Más bien ocurrió al contrario, los españoles fueron de los primeros en obedecer los consejos científicos y sanitarios del gobierno, o fueron de los primeros en porcentajes de vacunados, a duras penas hubo antivacunas, o tampoco apenas hubo antisemitas con sus disparates echando la culpa del coronavirus a los judíos, ni a los chinos. A mismo tiempo que fueron pocos los ejemplos que hubo que demostrasen una cierta fama de cobardes o de clasistas que tienen los españoles, y que se debería haber visto más, mediante abusos del tipo colarse antes en el bote salvavidas del Titanic, durante la etapa más grave de la pandemia del coronavirus.

    Si bien, normalmente los españoles no van haciendo público estas prácticas, sobre todo en los últimos años parece ser que seleccionan más las practicas que a veces pueden salir en los medios españoles, han aparecido ejemplos significativos como los famosos jugadores del Real Madrid Benzemá y Modric acudiendo a una famosa curandera serbia, «la doctora milagro», ya que según aseguran hace que todos los deportistas que acuden a ella se recuperen de lesiones en muy poco tiempo. Otros que han contratado sus servicios son Novak Djokovic, Diego Costa, Van Persie, Lampard, Fabio Aurelio, Wayne Rooney o incluso Cristiano Ronaldo. A cambio de un dineral la curandera o bruja al parecer les inyecta sustancias desconocidas o les coloca una especie de vasos de vidrio quemados por dentro para que hagan de ventosa sobre la piel, precisamente de niño vi a una curandera o bruja española de estas empleando ese mismo método con un vecino, creo recordar que eran vasos de yogur Danone, luego también le colocó en la cabeza una sartén usada con una llama dentro, seguramente para que «el mal» saliese de su cabeza, aunque esto ya sí que no se ha vuelto a ver que se lo hagan a los famosos.

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