En las últimas semanas, comenzó a circular en la red social X, antes conocida como Twitter, una campaña para prohibir a la Liga Antidifamación (ADL) en la plataforma. El hashtag #BanTheADL fue replicado por Elon Musk. El dueño de Tesla consultó a sus seguidores si debía hacer una encuesta para saber qué pensaban con respecto a la prohibición de la ADL.
A lo largo de los últimos días, Musk publicó más de 20 veces en relación a la ADL. En algunos casos, se refirió a que la organización liderada por Jonathan Greenblatt era responsable de ejercer presión a los anunciantes de la red social. Como consecuencia de esa supuesta presión, se habría producido una caída del 60% en la actividad publicitaria.
Uno de sus tweets decía que “para limpiar el nombre de la plataforma en lo que respecta al antisemitismo, no tendremos más opción que iniciar una demanda por difamación contra la Liga Antidifamación… ¡oh, la ironía!”.
En otra publicación, explicó que la demanda podría alcanzar una suma de hasta 22 mil millones de dólares. Sin embargo, Musk ha aclarado que no apoya el antisemitismo. Además, afirmó que solo consideraría prohibir a la ADL si se comprueba que la organización quebranta la ley.
El conflicto entre Musk y la ADL comenzó cuando el magnate tech cambió las regulaciones de la plataforma con respecto a la restricción de los discursos de odio.
ADL son comunistas, judios zurdos de la peor calaña.