Andrea Pancur fue una cantante alemana radicada en Múnich. Además, se desempeñó como docente y activista, convirtiéndose en un símbolo de unión cultural y de la expansión de los horizontes de las mujeres en la música klezmer.
El 23 de agosto se conoció la noticia de su muerte, con sólo 54 años. Según informaron fuentes cercanas, el fallecimiento se debió a un aneurisma cerebral.
Abigail Wood, escritora especialista en la música contemporánea en idish, publicó en sus redes sociales: “Imposible creer esto: una gran pérdida para alguien que era una parte tan viva y viva de la comunidad musical idish, y una amiga con la que estaba muy feliz de volver a reconectarme”.
La relación de Pancur con la música idish es particular. La cantante fue criada como católica, pero desde siempre sintió un interés por la cultura musical del idish. Su camino en este sentido fue variado y repleto de reconocimientos y grandes hitos. Algunos consideran, incluso, que se trata de la representante más importante de la cultura idish en todo Alemania.
En 2014, por ejemplo, Pancur ganó el premio principal del festival de música TFF Rudolstadt por Alpen Klezmer. Era un proyecto que fusionaba la tradición musical bávara con el idish. Junto con Ilya Shneyveys, la cantante buscó encontrar punto de encuentro entre dos culturas que parecían irreconciliables luego del Holocausto.