Un avance científico de las Universidades de Tel Aviv y Haifa podría facilitar un diagnóstico rápido, objetivo y preciso de las personas que sufren Transtorno de Estrés Post-Traumático (TEPT) utilizando muestras de saliva. Como parte del estudio, los investigadores caracterizaron las condiciones psicológicas, sociales y médicas de unos 200 participantes, al tiempo que recogían muestras de saliva de ellos.
Los resultados de este estudio muestran un cuadro microbiano típico en la saliva de los soldados veteranos que habían experimentado reacciones relacionadas con el estrés de combate (de la primera guerra del Líbano) y que actualmente sufren de post-trauma.
Según los investigadores, estos resultados podrían ayudar en el futuro a llegar a un diagnóstico preciso y objetivo de las personas que sufren de post-trauma. Y a desarrollar medicamentos relacionados con la microbiota (asociada a la ecología microbiana del cuerpo). Este estudio se ha publicado en la prestigiosa revista Nature.
El estudio fue un esfuerzo conjunto de eminentes académicos de diversos campos. Lo dirigió la profesora Illana Gozes y en él participaron el profesor Noam Shomron, el Dr. Shlomo Sragovich y el estudiante de doctorado Guy Shapira, (todos ellos de la Facultad de Medicina Sackler y la Escuela de Neurociencia Sagol de la TAU). También la profesora Zahava Solomon, de la Facultad de Ciencias Sociales Gershon Gordon de la TAU, y el profesor Abraham Sagi-Schwartz y la estudiante de doctorado Ella Levert-Levitt, del Centro para el Estudio del Desarrollo Infantil y la Escuela de Ciencias Psicológicas de la Universidad de Haifa. Los participantes en el estudio procedían de una cohorte más amplia de sujetos de un estudio exhaustivo de cuatro décadas sobre veteranos realizado por el profesor Solomon.
Este estudio también contó con el apoyo del Departamento de Salud y Bienestar del Cuerpo Médico de las FDI y del Dr. Ariel Ben Yehuda, antiguo jefe del citado Departamento y, en la actualidad, director de departamento en el Centro Médico de Salud Mental de Shalvata, en los Servicios de Salud de Clallit. El estudio también contó con la colaboración de la Charité University Medicine de Berlín y sus expertos en microbiología, el Dr. Markus Heimesaat y el profesor Stefan Bereswill, así como con la Universidad de Hong Kong, que estudia los efectos de la contaminación atmosférica, los profesores Victor Li y Jacqueline Lam.
Los investigadores hicieron la prueba a un grupo único de unos 200 soldados veteranos israelíes que habían luchado en la primera guerra del Líbano en 1982. La prueba abarcó varios aspectos psicológicos, como el sueño, los trastornos del apetito, la culpa, los pensamientos suicidas, el apoyo social y conyugal, la hostilidad, la satisfacción con la vida, así como cuestiones demográficas, psicopatológicas, de bienestar, de salud y de educación.
Al comparar los resultados de la distribución microbiana de los sujetos con los resultados psicológicos y sus respuestas a los cuestionarios de bienestar, los investigadores de las universidades de Tel Aviv y Haifa descubrieron que las personas con TEPT y con altos indicios psicopatológicos presentan el mismo cuadro de bacterias en la saliva (una firma micro biótica oral única). Según los investigadores, este estudio es significativo en el sentido de que, por primera vez, podríamos diagnosticar el post-trauma por criterios objetivos y no sólo conductuales. Es interesante señalar aquí que las bacterias de la saliva de los expuestos a la contaminación atmosférica mostraron una correlación con el cuadro con el TEPT, mientras que el número de años de educación mostró una influencia protectora y un cuadro inverso de la ecología microbiana en la saliva.
La profesora Illana Gozes aclaró: «Hasta donde sabemos, ésta es la primera representación de una firma microbiana en la saliva entre soldados veteranos con TEPT. Nos sorprendió descubrir que alrededor de un tercio de los sujetos con TEPT nunca habían sido diagnosticados con post-trauma, por lo que nunca recibieron ningún reconocimiento por parte del Ministerio de Defensa y las autoridades oficiales».
Y concluyó: «Hay que destacar que, hasta ahora, el diagnóstico de post-trauma se ha basado únicamente en medidas psicológicas y psiquiátricas. Gracias a este estudio, en el futuro será posible utilizar características moleculares y biológicas objetivas para distinguir a los enfermos de TEPT, teniendo en cuenta las influencias ambientales. Esperamos que este nuevo descubrimiento y las firmas microbianas descritas en este estudio puedan promover un diagnóstico más fácil de los soldados veteranos postraumáticos para que puedan recibir el tratamiento adecuado».