Alrededor de 1.600 efectivos de la Policía de Israel, la Guardia de Frontera y las fuerzas especiales detuvieron esta madrugada a 65 traficantes de arma, anunció el portavoz policial.
Durante el operativo, llevado a cabo en el sector árabe, en 25 localidades del país, se incautaron 40 fusiles de asalto M-16, M-7 y Kalachnikov AK-47, dos ametralladoras pesadas MAG y 13 pistolas, así como dos explosivos preparados para detonar a control remoto por medio de teléfonos celulares.
Se prevé la imputación de al menos otros 14 sospechosos. Entre los detenidos hay un hombre y sus tres hijos dedicados al tráfico de armas como si fuera una empresa familiar.
La misión se cumplió gracias al reclutamiento de un exdelincuente que comenzó a operar, en agosto de 2020, como agente encubierto de la policía. Durante este período realizó 48 compras de 66 armas incluyendo 25 fusiles M-16, 14 pistolas, un misil antitanque LAW, una ametralladora pesada y una variedad de explosivos.
«Esto es parte de nuestra guerra contra la violencia y el uso de medios ilegales para resolver conflictos», apuntó el comandante del Distrito Norte, inspector general Shimon Lavi, quien encabezó la operación.
«El tráfico ilegal de armas en las comunidades árabes se ha vuelto desproporcionado y monstruoso. Secamos un poco el pantano, pero no es suficiente».
«El objetivo no era adquirir armas al azar, sino llegar a los mayores traficantes de armas», recalcó Lavi. «Esta es la operación más grande en la historia de la policía en términos de número de sospechosos arrestados y armas incautadas».