Hagentleman vehaekdaj, EEUU, 2018. Dirección: David Lowery. El protagonista, Robert Redford, encarnando a un asaltante de bancos veterano, Forrest Tucker, un criminal de toda la vida que ha sido encarcelado numerosas veces empezando a los quince años de edad y ha escapado de la mayoría de las prisiones, hay hasta un exquisito montaje de una de las fugas que hasta algunos de metrajes de filmes clásicos de Redford. Lo encontramos ya hacia el final de su carrera delictiva, cuando ya está encarnando el papel de lo que se podría llamar un gentleman ladrón de bancos.
Agreguemos de paso que el título original habla del viejo y el revólver pero los distribuidores locales prefirieron al gentleman porque les pareció que viejo no es muy bien recibido en estas latitudes. Con dos compinches de una banda con un nombre peculiar, personalizados por Danny Glover y Tom Waits, Forrest roba a bancos como casualmente abriendo su chaqueta para revelar un revólver y empleando palabras amables hacia sus víctimas, cajeros o cajeras. Hacia el final ya trabaja, un trabajo por así decirlo, solo. El cineasta nunca muestra el revólver quedando en la toma de la cara y la espalda.
Tucker le dice a una empleada que se pone a llorar, que está haciendo un gran trabajo y la alienta, con su encantadora sonrisa y sus ojos azules gentiles, nunca emplea la violencia no hace falta, estamos hablando de Robert Redford de ahora 82 años de edad, pero el mismo actor que se ha vuelto un ícono y que fascina a su víctima, tanto como nos ha fascinado en sus películas. Y la cajera le pasa la plata y luego dirá a los sorprendidos policías que “era tan gentil, un verdadero gentleman”. Hay otros dos personajes importantes entre los secundarios, una es Jewel (Sissy Spacek a la que Forrest encuentra cuando su auto se ha descompuesto al borde del camino y está mirando bajo el capote abierto al motor, una buena cobertura mientras los policías que lo persiguen pasan de largo.
Es un caballero sin duda. Luego, esto sucede un poco después del principio del film, están Redford y Spacek sentados en una cafetería, dinner en la jerga americana, es una escena larga, y tratan de ver con quién están participando en ese lugar. Esta escena está muy bien escrita, se toma su tiempo, se trata de un diálogo entre un hombre y una mujer maduros e inteligentes, algo bastante raro en el cine americano actual porque se nos presenta una actuación de primera donde los actores reaccionan recíprocamente con gran exactitud, èl por supuesto tiene lo que ocultar contrariamente a ella.
A la larga él le dice en qué se ocupa y a ela le toma tiempo comenzar a creerle. Como dicho están sentados en el diner y luego en y luego en la amplia finca de ella y el resultado es magia pura. Es algo imposible de recrear con otros actores, y el cineasta lo sabe, y se empeña, se da cuenta de que ahì hay algo cautivante que está fuera del tiempo cronológico. Se podría seguir viendo a ambos, hablando y riéndose durante horas, es algo tan aparentemente fácil y sin efuero alguno.
El otro personaje es el policía John Hunt (Casey Affleck), el agente principal en la persecución a Tucker, es el primero en darse cuenta de que hay una relación entre los diferentes casos que se van presentando. Viene a la memoria el famoso Bonny y Clyde, violentos, que se presentan diciendo que son asaltantes de bancos. Ellos jóvenes y aquí Tucker veterano, sin violencia, puro carisma, nada que ver. Hunt está fascinado por Tucker, por alguien a quien la experiencia le interesa más que el dinero mismo, se siente vivir y es un profesional bueno en la que hace.
El cineasta y su equipo idóneo, cámara y música le dan al film un aspecto de otro período, ocurre en 1981 pero parece de otra era. Logra sacar de sus actores lo mejor que pueden ofrecer, y encabezados por un inolvidable Redford, una leyenda por sí mismo. Había dicho que éste sería su último film, pero afortunadamente se había retractado, al parecer.
“The old man and the gun” excelente Robert Redford y elenco
