Por Henry Weich
Shajor al lavan (EEUU, 2018). Dirección: Spike Lee. Guión: Charile Wachtel, David Rabinowitz Kevin Wilmott.
El film cuenta la historia de Ron Stallworth que fue el primer policía negro aceptado para formar parte del cuerpo de policía de Colorado Springs, no faltan las miradas torvas y comentarios racistas de parte de los compañeros blancos y la entrevista humillante para ser aceptado.
El racismo más flagrante raya en lo grotesco. Ron es primero enviado a trabajar en el archivo como policía encubierto y de ahí parte su iniciativa, vivir la acción, como centro de la trama.
Quiere infiltrarse en la filial local del Ku Klux Klan y así exponer a los miembros y sus actividades. Contesta en una conversación telefónica a un aviso que quiere afiliar voluntarios para la organización, habla con un representante de tal manera que no perciba su pronunciación y la manera de hablar de su raza, para evitar ser rechazado por la organización racista.
Le envían los formularios para ser miembro y desencontrarse con el posible activista, entonces Ron usa la argucia de enviar a un policía blanco y su elección recae en el judío, Flip Zimmerman, que acepta el desafío que le plantea Ron y la mayoría de la historia describe la actividad conjunta de Ron y Flipa. Es Ron el que va tirando los hilos, le dice como hablar, qué decir, cómo comportarse. La pareja de policías ayuda a exponer y hacer fracasar un ataque contra activistas negros.
No es ésta la descripción cinematográfica del KKK. En “Malcolm X” los presentó cabalgando victoriosamente a la derecha en la noche con una gran luna colgando en el cielo. Está evocando ahí el famoso film de Griffith “El nacimiento de una nación”, una efectiva propaganda más efectiva que el racismo de los Estados Unidos tuviera nunca. La escena tiene su elemento de parodia como para llamar la atención a la manera en la cual la proeza cinematográfica de Griffith tapara intencionalmente la vileza de lo que describe.
La historia verdadera que se presenta en el film podría servir como base del género conocido como film de amigos, uno veterano, uno novato y no faltan elementos cómicos que apuntan a ese tipo de género. Pero la fuerza de la historia consiste en que se trata de una composición de temas emocionales, que no sólo abarcan la historia americana sino, como se ha dicho, la historia del cine americano en lo que se refiere a las representaciones de la raza negra en la sociedad y la cultura del país.
La actualidad de lo que pasa se ha visto el año pasado en la demostración de los nazis en Charlottesville donde hubo un enfrentamiento con activistas liberales y Trump. El film se alzó con el premio del jurado en Cannes, el segundo en importancia del Festival. No todos los filmes de Lee llegaron a las pantallas locales pero su cinematografía es interesante y ciertamente meritoria, si bien acaso podría haber hecho un casting más apropiado para el papel de Ron, que desempeña un hijo de Denzel Washington.