Israel está presionando a Estados Unidos y a Rusia para lograr una zona desmilitarizada en el sur de Siria, donde el grupo terrorista islámico chií libanés Hezbollah y otras organizaciones patrocinadas por Irán no puedan operar, señala un reporte del periódico británico Times.
Según el informe, Israel está también siguiendo de cerca las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia en Amman, capital de Jordania, con respecto al futuro del sur de Siria.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, y el presidente ruso, Vladimir Putin, hablaron telefónicamente, el jueves. Según el Kremlin, Netanyahu pidió la conversación telefónica y ambos líderes continuaron intercambiando sus puntos de vista sobre la cooperación rusa-israelí.
El Kremlin puntualizó que los dos líderes discutieron la situación en Siria y Oriente Medio, en relación a los esfuerzos conjuntos para combatir el terrorismo internacional.
Times también informó de que la zona desmilitarizada propuesta será de más o menos cincuenta kilómetros al este de la frontera israelí hacia la ciudad de Daraa, que al parecer está en el centro de las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia, y de allí a la ciudad de As Suwayda (Sweida).
Israel está preocupado de que Hezbollah y otros grupos militantes hostiles se desplieguen en el sur de Siria cerca de la frontera. En este sentido, según el informe, el Estado judío está suministrando armas a los rebeldes e intentando ganar apoyo entre los sirios, proporcionando ayuda humanitaria y atención médica a los rebeldes y civiles heridos.