Un civil israelí que trabajaba para las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) fue asesinado por un misil antitanque disparado por la organización terrorista libanesa chií Hezbollah en la zona del Monte Dov (conocida también como las Granjas Sheba) en la frontera con el Líbano.
La víctima fue identificada como Sharif Suad, oriundo de la aldea beduina de Sallama, cerca de Karmiel en la Galilea.
Suad estaba realizando “obras de infraestructura” para las FDI en la zona fronteriza cuando fue atacado por el grupo proiraní.
Hezbollah anunció que había atacado dos vehículos de las FDI en la zona.
Suad falleció poco despúes del ataque perpetrado con misiles.
Tras el crimen, las FDI respondieron bombardeando varios sitios vinculados a Hezbollah en la localidad de Chebaa, incluyendo un depósito de armas y un dispositivo para lanzar cohetes como así también posiciones en Kfarchouba y Ain al Tineh.
Hezbollah, y otras fuerzas aliadas menores, comenzaron a atacar casi a diario a las comunidades y puestos militares israelíes ubicados cerca la frontera, desde el 8 de octubre. El grupo terrorista proiraní dice que de esta manera apoya a Gaza en la guerra desatada tras la masacre perpetrada la organización terrorista islámica palestina Hamás el 7 de octubre en el sur de Israel.
Hasta el momento, los enfrentamientos en la frontera se han cobrado la vida de nueve civiles israelíes (incluyendo el de hoy) como así también de once soldados y reservistas israelíes.
Hezbollah ha reconocido que 287 miembros del grupo han sido abatidos durante las escaramuzas con las fuerzas israelíes, la mayoría en el Líbano, pero también algunos en Siria. Otros 54 terroristas de otras organizaciones menores en el Líbano también han muerto al igual que un soldado libanés y al menos 60 civiles.