Interesante con altibajos, buen Vincent Cassel

24 octubre, 2018

Tik needar (Fleuve noir, Francia, 2018). Dirección: Erik Zonca
El film está basado en una novela homónima de misterio, del autor israelí Dror Mishani, de amplio éxito, traducida a numerosos idiomas, y la acción, como se trata de una película francesa, fue trasladada a la zona de Pigalle, de París, de dudosa notoriedad.
El título original fue llevado al francés con el enigmático nombre de “río negro”, donde no aparece por nada la palabra Noir, algo que alude al conocido género cinematográfico, es todo noche en su gran mayoría, la historia se va enturbiando a medida que avanza la acción.
El ambiente contagia a todos los personajes según los requerimientos de un género archiconocido, el comienzo de la trama sucede cuando, Solange Arnault, encarnada por Sandrine Kimberlain, llega a la estación de policía próxima a su residencia y está muy preocupada porque su hijo Danny, de 16 años, no ha vuelto a casa desde ayer. Ella se encarga de la unión famliar ya que su esposo trabaja en la marina mercante con largas ausencias.
Solange se ocupa especialmente de su hija Marie que padece del síndrome de Down, y se comunica por medio de gritos desenfrenados. El oficial Visconti no toma la cosa en serio, desde su punto de vista, él considera que “los adolescentes suelen escaparse de sus casas”, pero aquí también entra un motivo personal, Visconti, tiene problemas con su propio hijo Danny, que está involucrado en el tráfico de drogas, en tanto que, algunos de sus amigos se han enlistado en una organización yihadista.
Esta es una de las tantas pistas falsas que se van sembrando a lo largo del film, entonces se sugiere que tal vez Danny, haya escapado y hubiera sido secuestrado y más aún, asesinado. Visconti, trata a su propio hijo con dureza y en general es un personaje bastante excéntrico como para representar al típico detective policial. No tiene relaciones con nadie próximo, tiene una cabellera grasienta y la limpieza personal no está a su orden del día. Además bebe en cada ocasión, aún en el trabajo y no le importa tener una relación sexual con uno de los personajes principales, siendo de que en ocasiones son relaciones forzadas por su parte. Es el antihéroe por excelencia, lo más lejano del detective habitual.
Hay otro personaje importante encarnado por Roman Duris, es el maestro que vive en el piso de arriba de la familia Arnault, ha sido maestro particular de Danny y por supuesto provoca las sospechas de Visconti, por su voluntad de verse envuelto en el caso ofreciendo diferentes sugerencias, se presenta como un hombre con aspiraciones intelectuales, con aspiraciones de escribir su novela pero hasta ahora lo que tiene es un cuaderno de notas que supuestamente se convertirá en una obra algún día, en todo caso su joven esposa no lo cree.
El cineasta le dedica bastante atención y lo mete en un juego de apariciones y desapariciones con Visconti. Para matizar, por así decirlo, cerca de la casa hay un bosque donde se realizan encuentros entre homosexuales interesados en un contacto a la sombra de la noche. El policía, espía y nos induce de nuevo a otras conclusiones.
Vincent Cassel, es un buen actor y se mete con dedicación en el papel poco habitual en su carrera. El de Zonca es un film algo largo pero no demasiado, despierta interés mientras se van acumulando las pistas, pero hete aquí que el final es abrupto y de tanto jugar con las pistas pierde el impacto que podría tener de haber sido manejado de una manera más sofisticada, ya que de alguna manera toca lo caricaturesco. De todos modos se puede ver, hay como dicho elementos interesantes que mantienen la atención.

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