La Fundación Hispanojudía está trabajando desde 2016 para abrir un museo judío que se convierta en el primer gran espacio de memoria y conocimiento de la comunidad judía en España y toda la Península Ibérica.
En el último período, la organización decidió comprar un edificio en el barrio de Salamanca en Madrid. Situado en la calle Castelló, número 21, el edificio pertenecía a la empresa del subte de la ciudad.
Tiene una superficie de 2.000 metros cuadrados. La renta alcanza los 720.000 dólares anuales, y por eso la fundación pagará 20 millones de dólares para garantizar el pago de los próximos 20 años.
Se trata de una construcción diseñada y construída por el famoso arquitecto Antonio Palacios. Si bien probablemente el exterior del edificio se mantendrá intacto, la fundación realizará una gran remodelación del interior para que este pueda funcionar como museo.
El museo podrá abrir sus puertas recién en dos años. El objetivo es que pueda contar la historia de la herencia sefaradí en la cultura española, y por consiguiente, en toda la cultura hispánica.
David Hatchwell Altaras, director de la fundación, afirmó que “no será un museo clásico, sino uno que anime a viajar”. Hatchwell explicó también la importancia histórica y social de esta iniciativa. “Puede parecer extraño que España de todos los lugares, cuna de tanta cultura y filosofía judía, no tenga un museo judío como el que estamos acostumbrados a ver en otras grandes capitales europeas. Pero la Inquisición, que comenzó en 1492, sólo terminó formalmente en el siglo XIX”, reflexionó el director.
Un detalle: la Expulsión se decretó en 1492 pero ls Inquisición se estableció en 1478.