La policía local del distrito de Mpigi, en Uganda, arrestó el domingo 16 de julio a un hombre israelí llamado Raed Wated. Según la policía, el hombre de 58 años habría confesado ser culpable en el caso de asesinato de su esposa, Mónica Nabukenya, una mujer de 25 años.
Wated habría matado a su mujer, luego de descubrir a través de una prueba de ADN que no era el padre de su hija de seis meses de la pareja. Luego de la muerte de Nabukenya, Wated confesó su crimen y dijo que lo había hecho luego de descubrir la infidelidad de su esposa.
Según las mismas fuentes oficiales, la policía pudo hallar el cuerpo de la mujer luego de varios días de que se alertara de su desaparición.
El ciudadano israelí trabajaba para una empresa de construcción e ingeniería civil de Israel llamada Solel Boneh, que tiene una sede en el país africano.
Nabukenya trabajaba en un supermercado del pueblo en el que vivían. Después de una pelea con Wated, había decidido irse por un tiempo a la casa de sus padres. El jueves de la semana pasada había decidido volver al hogar que compartía con Wated para una visita. Después de que no volviera por varios días, sus padres se preocuparon y contactaron a la policía local.