Un golpe duro, pero no fatal: La eliminación del califa reemplazante de ISIS

Abu Abdullah al-Qurayshi Foto publicada por el Departamento de Estado de EE. UU. vía Wikimedia Commons

Por Yoram Schweitzer

El presidente Biden calificó la operación del grupo comando de Estados Unidos que quitó de la escena al líder de ISIS [Estado Islámico] Abu Abdullah al-Qurayshi en una redada en su escondite en el norte de Idlib como una especie de repetición de la eliminación de su predecesor.

Los dos califas se inmolaron con sus familias cuando se dieron cuenta de que serían capturados o creyeron que los estadounidenses los matarían.

A pesar de la similitud operativa, la eliminación de Abu Abdullah parece menos significativa que la de su antecesor; aunque la muerte de Abu Bakr al-Baghdadi también se produjo tras el declive del Estado Islámico, que había sido derrotado militarmente y había perdido por completo sus posesiones territoriales en el Levante.

La eliminación del actual califa tiene un significado principalmente organizativo-burocrático, ya que estaba más involucrado en el mando y control que su predecesor, quien estaba a cargo del lado ideológico religioso.

Otro significado radica en el nivel operativo, ya que los estadounidenses pusieron sus manos en materiales de inteligencia en bruto y algunas personas fueron interrogadas.

Sin embargo, el significado principal es simbólico, ya que este es el segundo califa que encuentra la muerte a manos de los estadounidenses, lo que sugiere una corta esperanza de vida para sus sucesores.

Esto también puede afectar el grado de publicidad asignado a su nombre, así como el estatus público del próximo califa y comandante de ISIS.

Los estadounidenses han mostrado que están decididos a continuar la lucha contra ISIS y sus aliados, y que no han abandonado la campaña contra el terrorismo yihadista salafista, incluso contra al-Qaeda y sus aliados, que siguen activos en todo el mundo.

Tras la retirada estadounidense, hubo preocupación por la reorganización de los grupos yihadistas salafistas en Afganistán.

Por lo tanto, es importante evitar ver las acciones de represalia dirigidas por los Estados Unidos contra organizaciones terroristas de alto nivel como una solución al problema del terrorismo, en lugar de como un elemento en una cadena de diversos patrones de acción.

Los asesinatos selectivos no constituyen un golpe mortal a las organizaciones terroristas, pero estas acciones tienen una importancia acumulativa al dañar y perturbar sus capacidades, obligándolas a invertir un esfuerzo considerable en buscar escondites y tomar precauciones a expensas de los esfuerzos operativos.

En última instancia, esta es una campaña continua y un trabajo de Sísifo que no termina con un nocaut.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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