La suma de números negativos no puede dar positivo

3 mayo, 2024
Neville Chamberlain hace su famoso discurso anunciando la «paz para nuestros tiempos», a su llegada a Londres tras su encuentro con Adolf Hitler en Múnich. - Foto: Wikipedia - Dominio Público

La espera en estos días de que surja una solución viable -o aceptada- para el conflicto de Medio Oriente es propicia para hacer un inventario (no balance aún) de lo existente a la fecha. Y una perspectiva de un posible futuro, sin necesidad de futurología ni bola de cristal.

Debo hacer mención de nombres de personas y organismos, sin ánimo de ofender a nadie ni subvalorar hechos y dichos, sino lo contrario: he decidido tomar como base lo que dicen o proyectan personas con muchos antecedentes que los facultan para opinar sobre el tema, más que este humilde escribidor que sólo intenta pensar para entender qué le está pasando al mundo.

Comienzo por el ministro de Asuntos Exteriores de Gran Bretaña, David Cameron.

Según sus palabras, destacó “la importancia del trabajo diplomático para detener la guerra” … “para conseguir esto es necesaria una Autoridad Palestina fuerte” … “Necesitamos la liberación de los rehenes. Necesitamos ver una solución futura de dos Estados y el Estado de Palestina” … “La gente responsable del 7 de octubre debe dejar Gaza y desmantelar la estructura terrorista de Hamás” … “Hay que garantizar la seguridad de Israel y los palestinos solo se verán seguros si ven su propio Estado en el horizonte”.

ME PREGUNTO: ¿El señor Cameron no había nacido aún, o no leyó las declaraciones del entonces primer ministro británico cuando volvió de hacer con Hitler todo lo que Cameron quiere hoy hacer con Hamás y la Autoridad Palestina? Porque si analizamos palabra por palabra sus declaraciones, Cameron quiere dar a los palestinos lo que Chamberlain dio a Hitler.

A esto le contestamos con las sabias y tajantes palabras de sir Winston Churchill al premier Chamberlain:

“Os dieron a elegir entre el deshonor y la guerra … elegisteis el deshonor, y ahora tendréis la guerra”

¿Cómo se puede confiar en el trabajo diplomático? No pueden hacer nada para frenar a Putin en Ucrania, tampoco para frenar a Irán en su carrera hacia la bomba atómica y su financiación del terrorismo, no frenan la financiación del terrorismo de Qatar.  Se suma el “trabajo diplomático” de la ONU que en vez de frenar tantas guerras actuales solamente tienen tiempo para frenar a Israel cuando intenta defenderse.

El señor Cameron necesita una “Autoridad Palestina fuerte”. ¿Para que tenga más dinero para fomentar el terrorismo antiisraelí?  ¿Es acaso la AP confiable para algo?

¿Cómo piensa el señor Cameron sacar de Gaza a los responsables del 7 de octubre y desmantelar la estructura terrorista de Gaza? ¿Como lo logró su antecesor Chamberlain con Hitler? Le recuerdo el costo: SEIS AÑOS DE GUERRA, CINCUENTA A SESENTA MILLONES DE MUERTOS.

Determinados especialistas integrantes del INSS – The Institute for National Security Studies, MEMRI y otras personalidades con experiencia en cargos militares y/o de gobierno opinan:
-que la prioridad es la salvación de los rehenes.
-que debemos lograr que las grandes potencias occidentales nos sigan apoyando en lo militar y en lo diplomático.

ME PREGUNTO:

    ¿Lo que le está sucediendo a Ucrania no enseña nada a los responsables tanto israelíes como extranjeros que exigen a Israel un cese de fuego antes de la liberación de los rehenes? Si las potencias occidentales hubieran enviado un ejército que simplemente acampara en la frontera entre Rusia y Ucrania, sin necesidad de que los cañones apuntaran hacia Rusia, ¿Putin no habría frenado el ataque y pedido conversaciones diplomáticas?

    A riesgo de que se me trate de pesimista o cosas peores, tengo claro que Yahya Sinwar también tiene claro que lo único que le importa es salvarse él, y que la única arma que le funciona -por ahora- es mantener rehenes, por lo que hará cualquier cosa para quedar vivo y en libertad él y su familia, por lo tanto, rechazará todo plan que diplomáticamente se le presente. Su respuesta será siempre la misma porque así lo cree, que las propuestas son una trampa. Por lo antepuesto, de nada sirve presentarle planes, ni siquiera darle un país para los palestinos -lo que jamás pidió ni le importó- así que a Israel lamentablemente el único camino que le queda es entrar con el ejército hasta el último rincón de sus escondites, con el muy alto costo en soldados, rehenes, y repudio de la colectividad universal. Y de una parte de la población israelí.

    1.  

    Lamento tener coincidencias con los actuales gobernantes Netanyahu, Smotrich, Ben Gvir y todos quienes los apuntalan, pero no es coincidencia en ideologías y pensamientos, sino pura y exclusivamente porque no veo en la realidad otra forma de dar un final a esta guerra impuesta.

        • Dejando aparte que logran que estén del lado del eje del mal (Irán-Rusia-Turquía-China) los así llamados “izquierda progresista”, los LGTBI, ambos grupos prohibidos bajo pena de muerte en los países del eje del mal, más los incautos “infieles” o sea cristianos y de otras religiones no islámicas, que lo hacen por ignorancia, lo que haga Israel bajo el actual gobierno o con otros gobernantes siempre será criticado por una gran mayoría.

      Por lo tanto, nada bueno debemos esperar de organismos como la ONU, la Corte Penal Internacional, y los países en general, que tienen sus propios intereses y sus propios problemas que son los que fijan sus actitudes.

      Si no fuera así, doy un simple ejemplo de algo posible pero que no sucederá: en pocos días quedará en funcionamiento el puerto de desembarque que el ejército norteamericano está armando en las costas de Gaza. En lugar de desembarcar ayuda humanitaria (víveres) que ya está entrando suficiente por tierra, sería mejor desembarcar batallones de un ejército de las potencias interesadas (Gran Bretaña, Estados Unidos, Francia, países árabes moderados), y que sean ellos quienes busquen y liberen a los rehenes -tal vez sin disparar ni una bala- y separen a los combatientes de Hamás y los retengan para que sean juzgados por alguna corte internacional penal o militar.

      Esto no se le ocurre al binomio Biden-Blinken, porque están próximas las elecciones, que sin duda ganará Donald Trump a menos que le pongan una trampa a último momento. Tampoco se le ocurre a los nuevos Chamberlain británicos, culpables de todo porque ellos fueron los que armaron y organizaron a las tribus árabes (ver historia de Laurence de Arabia) y regalaron Jordania (o Transjordania) a la familia hashemita que era en gran parte lo que se suponía el futuro país para los árabes palestinos. Tampoco tiene interés Emmanuel Macron, que debe dedicarse a sus ex-colonias Líbano y Siria, y bien podría con su ejército expulsar a Hezbollah y demás tentáculos del gran pulpo Irán.

      Del resto de Eurabia no esperamos nada; ya tenemos los casos de Chipre que nadie ayudó a reconquistar media isla del dominio turco, Ucrania que todos ayudan con armas, pero ni un solo apoyo real, y que con los millones de musulmanes que se están radicando en todas partes, en muy poco tiempo la Unión Europea será dirigida por islamistas y las leyes de la sharía. Baste hacer recuento de alcaldes y otros cargos jerárquicos en ciudades europeas que son islamistas, o contar la cantidad de mezquitas edificadas en los últimos pocos años.

       Mauricio Aliskevicius

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