Tiempos borrascosos en Israel

17 agosto, 2017
Menorá de la Knéset - Foto Ilustración Wikipedia

 Benito Roitman

“Y son, y son, y son tiempos borrascosos / que tienen, que traen, las lágrimas a los ojos”

(de una copla de la resistencia española durante la dictadura franquista)

Estamos, efectivamente, pasando por tiempos borrascosos, por más que en las calles, en nuestras calles, aparente reinar la calma.  Ciertamente, vivimos bajo un régimen democrático, con todas las imperfecciones –y virtudes- que la democracia brinda.

Pero sabemos también (¿aunque tenemos todos conciencia de ello?) que los beneficios de esa democracia cesan en gran medida más allá de la Línea Verde, en los territorios ocupados, porque por eso son territorios ocupados que están “temporalmente” bajo jurisdicción militar.  ¿Esto significa que si dejaran de ser territorios ocupados y –por ejemplo- pasaran a estar bajo soberanía israelí, vivirían todos sus habitantes bajo el mismo régimen democrático que rige hoy de este lado de la Línea Verde? Y si no fuera así, ¿podríamos decir que seguiríamos gozando todos de un gobierno democrático?

Pero estos cuestionamientos son ya de vieja data; en los últimos 50 años la sociedad israelí se ha ido acostumbrando a ellos y los sucesivos gobiernos, con pocas excepciones, se han ido encargando de mantener el statu quo, con la quieta aquiescencia de esa sociedad. Los tiempos borrascosos a los que me refiero son más bien los que están afectando aquí y ahora a la democracia desde adentro, que se manifiestan, entre otras cosas, en un creciente rechazo de las opiniones contestatarias y un uso cada vez más frecuente de la imposición mayoritaria para acallar las voces opositoras. Y ello en el marco de una continuada pérdida de sensibilidad –para no decir acostumbramiento y hasta aceptación en algunos casos- frente a los reiterados eventos de corrupción y de quebrantamiento de las normas legales –y también de las normas de convivencia entre diferentes grupos poblacionales- tanto en el ámbito público como en el privado.

En este contexto es difícil pensar en avances hacia un continuo perfeccionamiento del funcionamiento democrático, incluyendo el mantenimiento y profundización de la defensa de los derechos individuales y sociales de los habitantes del país, pese a que ésta debería ser una aspiración permanente de la sociedad.  Es más probable que en el Israel actual los procesos sociales se orienten hacia el mantenimiento de las formalidadess democráticas –procedimientos electorales, separación de poderes, etcétera – pero sin avances (y muy probable que con retrocesos) en los ámbitos de la democracia social y económica.

Esos son los tiempos borrascosos en los que vivimos, tiempos que se caracterizan por dirigentes que se aferran a sus puestos y al poder  –y a sus prebendas- con uñas y dientes, con total olvido de los valores éticos que deben primar en toda actuación política; tiempos en los que desdeñamos a nuestros viejos socios europeos puramente por razones de política interna; tiempos en los que no sabemos ya quien diseña y quien aprueba las políticas de seguridad, que incluyen opacas discusiones sobre la necesidad de n submarinos, de nuevos navíos de combate para defender las explotaciones de gas natural y de ingentes murallas en las fronteras de Gaza; tiempos en los que se escatima el gasto en educación y la inversión en salud, pero no se discuten los gastos en esos n submarinos, en esos nuevos navíos, en esas  nuevas murallas.

¿Pero es posible atribuir esos tiempos borrascosos a la presencia y a la acción (o inacción) de una sola persona?  No lo creo; ahora como siempre está claro, debe estar claro, que nadie es insustituible (pese a la no tan sutil campaña que insiste machaconamente que no hay otra alternativa que mantener  -o volver a elegir- a nuestro actual Primer Ministro). Pero un eventual  cambio  en la cúspide del gobierno, producto de nuevas y adelantadas elecciones, mostrará seguramente resultados similares a la presente constelación de fuerzas políticas, lo que llevará a la continuidad –sino a la profundización- del statu quo actual. ¿Es que alguien se imagina hoy una fuerte oposición hablando claramente contra la ocupación, comprometiéndose abiertamente a promover negociaciones de paz y a poner en discusión temas como Jerusalén y la delimitación de fronteras? ¿Y alguien se imagina hoy a una fuerte oposición predicando y estableciendo equilibrios adecuados entre las necesarias políticas de defensa de la seguridad nacional y las también muy necesarias –y muchas veces desdeñadas-  prioridades sociales de toda la población?

Una sociedad no descansa en una persona, pese a que siempre es preciso evaluar capacidades y motivaciones de los líderes que nos han de gobernar. Una sociedad descansa en instituciones, y es la orientación de esas instituciones la que en última instancia conforma el funcionamiento cotidiano de esa sociedad. Y es la revisión del funcionamiento de esas instituciones –parlamento, sistema judicial, fuerzas armadas, sistema educativo,  relaciones religión estado, etc., etc.- la que puede reorientar el rumbo y desactivar las borrascas. Para esa revisión no hacen falta hombres o mujeres providenciales: hace falta voluntad social. Y ésta existe en potencia en este país; hace falta despertarla. Y por ello, persiste la esperanza.

El título de esta nota ha sido tomado de una copla, incluida en una recopilación de canciones de la resistencia española a la dictadura franquista, hecha por dos intelectuales italianos (Sergio Liberovici y Michele Straniero) y publicada en Italia en 1962 por la editorial Einaudi con el título  “Canti della nuova resistenza spagnola (1939-1961)”. Pero esa copla terminaba así: “Y son, y son, y son tiempos de bonanza / que tienen, que traen, que están llenos de esperanza”

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11 thoughts on “Tiempos borrascosos en Israel”
  1. Estimado y admirado Benito , aquí creo que te equivocás en un punto . No se convive igual entre israelíes mayoritariamente judíos que entre musulmanes mayoritariamente inclinados a destruir Israel . Por eso la ocupación es necesaria , aunque concuerdo en que no nos gusta . Si se los deja completamente independientes , en dos minutos eso sería hamás bombardeando Israel con fondos de casi todo el mundo musulmán

  2. Aparte de compras dudosas de submarinos , también fue dudosa la compra de los aviones stealth . Acuerdo en lo demás , pero por favor no te olvides de que la mayoría de los musulmanes de la zona ocupada tratan de eliminar a Israel , y de que festejan los atentados contra los israelíes

  3. don benito tiene razon…….HAY QUE PONER FIN A LA OCUPACION…….y entonces tendremos …..PAZ…..desde que israel se retiro de gaza el enclave costero es mundialmente conocido por …….SUS EXPORTACIONES DE FLORES Y EL CENTRO FINANCIERO DE GAZA YA RIVALIZA CON HOG KONG…

    1. cada dia se forman colas kilometricas de israelies que entran y salen de gaza dispuestos a disfrutar de los encantos y excelentes precios de este paraiso terrenal llamado gaza………INCOMPRENSIBLEMENTE ISRAEL SE NIEGA A RETIRARSE DE CISJORDANIA PESE A LOS ESFUERZOS PACIFICOS DEL PRESIDENTE MAHMUD ABBAS….

      1. yo ya la verdad ya no se quien es peor ……LOS QUE QUIEREN ANEXAR CISJORDANIA A ISRAEL Y TRIPLICAR LA POBLACION ARABE DE ISRAEL……ES QUE ACASO NO TIENEN SUFICIENTE CON UMM EL FAHEM……….OH LOS QUE INSISTEN EN QUE ISRAEL DEBE RETIRARSE RAPIDAMENTE…..PORQUE ENTONCES ABRA ……..PAZ……

  4. Entiendo a los pobres Benitos.Estan profundamente frustrados.El Sionismo se presentó como el Movimiento de liberación nacional del Pueblo Judío, a la vanguardia del Progresismo, la civilización y la ética,y resulta que 100 años después es el movimiento más odiado,vilipendiado y denunciado del mundo, que “ocupa,asfixia y apalea” a otro pueblo, el Palestino.No se suponía que sería así,el conflicto con los Árabes, finalmente se arreglaría,y seríamos un pueblo feliz en nuestra propia tierra.N o fue así,resulta que nos detestan, lo quieren todo y no habrá paz,pero muchos no pueden aceptarlo ni comprenderlo,entonces el problema no es que no hay solución o esperanza, la solución es “la voluntad Social Dormida”(la que nos llevó a los desastres de Oslo y Gaza), que cuando la despertemos, con una varita, logrará que Hezbolá y Hamas imáj shemam besijram, nos amen, firmen la paz, y seamos todos felices.Claro que hay solución, pero los Benitos no la conocen xq no fueron criados en la civilización judía, sino en la Occidental y cristiana, con algunos “elementos culturales judíos”, piensan que el concepto de Di-s, puede ser interesante e importante,además hay gente a la que “le hace bien”. No saben que tiene “completamente” la sartén x el mango y nuestra única salida es girar hacia EL

  5. Benito demagogicamente dice «la resistencia espaniola frente a la dictadura franquista»Se dan cuenta?La mitad de Espania apoyaba a Franco.Y su Dictadura no era Marciana, sino espaniola.

  6. Y los supremacistas espanioles y los comunistas insisten en quitarles Judea y Samaria a los judios con el LIBELO de que «hay» millones de arabes en el lugar.Que como los seres racinales de verdad saben es un conocido MITO.Pronto va a haber que impotar arabes.

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