Sinai Kantor, un hombre de 34 años, viajaba con su esposa Miriam en la segunda clase del Titanic. La pareja, de origen judío, viajaba desde Southampton, Inglaterra a Nueva York, Estados Unidos, donde planeaban terminar sus estudios en el campo de la medicina.
Obligados a separarse en el momento del choque, Miriam sobrevivió, pero Sinai se hundió junto con la mayoría de los pasajeros del barco. Sus pertenencias, halladas junto con su cuerpo casi una semana después del accidente, fueron entregadas a la viuda.
Ahora, más de cien años después, la casa de subastas Henry Aldridge and Son llevará a cabo el próximo sábado la subasta de uno de los últimos recuerdos de Kantor: un reloj de bolsillo con inscripciones en hebreo.
El reloj, de plata y con origen suizo, quedó detenido para siempre a las 2:25 de la madrugada, cerca de cinco minutos después del hundimiento del barco más famoso del mundo. Según informó la casa de subastas afirma que el reloj podría venderse por una cifra cercana a los 100.000 dólares.
Sería interesante saber a qué manos llegaría el dinero recaudado.