Por Orna Mizrahi
Hezbollah ha ampliado los combates aumentando el alcance de sus ataques (aunque sigue operando principalmente contra objetivos militares); ampliando el rango de los cohetes lanzados; y utilizando nuevos medios (disparo de bombas que transportan una gran cantidad de material explosivo y la ampliación del uso de vehículos aéreos no tripulados [drones] de ataque), como se jactó Nasrallah en su discurso del 11 de noviembre.
Nasrallah se ha visto impulsado a intensificar ambas cosas debido a las críticas que le dirigieron (tras su discurso del 3 de noviembre), principalmente Hamas y sus partidarios, por la limitada contribución de Hezbollah a la lucha contra las FDI en Gaza, y por la necesidad de responder a las acciones de las FDI en la frontera libanesa, que han cobrado un alto precio a la organización, con al menos 72 muertos entre sus filas y daños a sus infraestructuras.
La acusación de que las FDI habían atacado a civiles no involucrados llevó incluso a que la organización admitiera haber disparado cohetes contra un objetivo civil en Israel por primera vez (6 de noviembre).
En su respuesta, Israel contribuye a la expansión del conflicto profundizando el alcance de los ataques a la infraestructura de la organización (hasta una distancia de 40 km) y amenazando con las graves consecuencias que se esperan para el Líbano en caso de que estalle una amplia guerra.
Tales amenazas han sido lanzadas por los dirigentes políticos y militares, incluido el ministro de Defensa, que insinuó la posibilidad de una iniciativa israelí para comenzar una guerra, cuando dijo en la conferencia de prensa (11 de noviembre): «Si oyes que hemos atacado Beirut, comprenderán que Hezbollah ha cruzado la línea roja».
A pesar de la escalada sobre el terreno; por ahora parece que Nasrallah continúa esforzándose por mantener los combates por debajo del umbral de la guerra, como se puede entender entre líneas de su discurso más reciente.
Nasrallah explicó una vez más que los combates en el norte tienen como objetivo servir a Hamás y retener a las fuerzas de las FDI en el norte, como un escenario secundario y como un componente adicional de la presión general de todos los socios en el Eje de la Resistencia en provecho de la lucha contra Israel.
Mientras tanto, Nasrallah mantiene la ambigüedad respecto de lo que imagina para el futuro y se esfuerza en preservar la estrategia de equiparaciones que propone.
Por otro lado, el riesgo para Israel de un deterioro no planificado en el norte, además de la necesidad de cambiar la realidad a lo largo de la frontera haciendo retroceder a Hezbollah para permitir que la población evacuada regrese a sus hogares, requiere que se tome una decisión urgente.
El Gabinete de Seguridad y las instituciones militares y políticas deben ahora abordar las posibilidades de cambiar el modo en que operan los militares en el frente norte y, al mismo tiempo, considerar formas de avanzar en el marco político necesario para crear una nueva realidad a lo largo de la frontera libanesa y no esperar al «día después» de lo que se espera que sea una larga guerra en Gaza.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
ISRAEL debe de hacer un ataque sorpresa y no esperar lo que HAMAS hizo el 7 de octubre, cuidado , están pisando arenas movedizas y con dudas incluído , esto es grabe , muy grabe.
Recuerden la guerra de los 6 días, ahí no hubo dudas . El que pega primero , pega 2 veces. He dicho
Grabe ?
grave
la gordita esta tierne los dias contados…. ya tiene todos los billetes para su viaje, se los gano a pulso…. el dia que salga de la alcantarilla, zas zas