El 18 de enero de 2015, Alberto Nisman apareció muerto por un disparo en su departamento del barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires, Argentina.
En ese momento, Nisman se encontraba a cargo de la causa AMIA, que investigaba el peor atentado en la historia del país sudamericano. El fiscal tenía programada una presentación en el Congreso de la Nación para explicar una denuncia contra la entonces presidenta Cristina Kirchner y funcionarios de su gobierno.
Nisman apuntaba a Kirchner, a su canciller Héctor Timerman y otros dirigentes por el supuesto encubrimiento de los iraníes acusados a través del memorándum de entendimiento firmado en 2013 entre Argentina e Irán.
Dos años más tarde del hecho, un juez dictaminó que la muerte de Nisman había sido un asesinato. Así, se descartó la presunción inicial de que se había tratado de un suicidio.
Hasta ahora fueron procesados Diego Lagomarsino, un técnico informático que trabajaba con Nisman, señalado como partícipe necesario, y cuatro custodios del fiscal. Sin embargo, aún no se procesó a nadie como autor intelectual o material del crimen.
El año pasado, un tribunal federal aseguró que «el memorándum con Irán no constituye un delito», sobreseyendo a Kirchner y otros acusados.
Se esperan manifestaciones en Buenos Aires y una ceremonia en el cementerio de La Tablada con motivo del aniversario del fallecimiento de Nisman.