En medio de una nueva ola de casos de COVID-19, empujados por la variante Ómicron, Israel decidió retocar su estrategia epidemiológica.
El primer ministro Naftali Bennett, el ministro de Salud Nitzan Horowitz y el ministro de Finanzas Avigdor Liberman aprobaron un plan para distribuir pruebas de antígenos gratuitas a los ciudadanos de Israel.
El plan se basa en utilizar la capacidad de los «agentes de entrega». Éstos serán responsables de entregar los kits para que la distribución se realice de la manera más rápida y confiable posible.
Se repartirán seis kits por alumno del sistema escolar en una primera fase del plan. En hospitales geriátricos y residencias de ancianos se distribuirán 2,5 millones de kits.
También se está evaluando la cantidad de tests óptima para estudiantes universitarios y fábrica esenciales.
Por otro lado, Naftalí Bennett anunció que acortará el tiempo de aislamiento. “El Estado de Israel ahora enfrenta la morbilidad más alta de la ola Omicron; por lo tanto, estamos viendo muchos casos verificados y muchas personas en cuarentena. Esto está ejerciendo una fuerte presión sobre la economía», señaló el primer ministro.
«Por lo tanto, he decidido, junto con el Ministro de Salud, el sistema de salud y los expertos, acortar el período de cuarentena de siete días a cinco. Esta decisión nos permitirá continuar salvaguardando la salud pública por un lado y mantener la economía en marcha en este momento, aunque sea difícil, para que podamos atravesar esta ola de manera segura», explicó.