Estados Unidos está ansioso por volver al acuerdo nuclear de 2015 con Irán (el JCPOA) y es probable que lo haga a pesar de que Irán está «haciéndose rogar». (Esto supone que el ayatolá Ali Khameini quiere realmente renovar el acuerdo de 2015, para conseguir el alivio de las sanciones).
La intención declarada de la Administración Biden de alcanzar un acuerdo de seguimiento «mejor y más duradero» con Irán (centrado en inspecciones más efectivas, fechorías regionales de Irán y misiles balísticos) será nula de toda nulidad si las demandas iraníes de alivio total de las sanciones son satisfechas por los Estados Unidos. Tal concesión dejaría a Estados Unidos sin ninguna influencia real sobre Irán.
Irán ciertamente intentará obtener un compromiso estadounidense para prevenir los ataques israelíes en su contra, en línea con el compromiso occidental en el acuerdo de 2015 de no sabotear las instalaciones nucleares iraníes. Hasta ahora, Washington se ha abstenido de criticar públicamente a Israel por sus supuestos ataques contra objetivos en Irán. Pero si Washington está de acuerdo con Irán en un regreso al JCPOA, Israel se encontrará en una posición difícil. ¿Continuar la acción encubierta destinada a frenar el proyecto nuclear iraní, en contra de los deseos de la administración Biden? Y si las operaciones encubiertas se agotan, ¿Se arriesgará Israel a entrar en conflicto con Estados Unidos al atacar directamente las instalaciones nucleares iraníes?
Incluso si el levantamiento de las sanciones le da a la economía iraní solo un impulso gradual, la posición de Teherán en el Medio Oriente se fortalecerá significativamente y su comportamiento agresivo en toda la región se intensificará, como lo hizo después de la firma del acuerdo de 2015.
Lo peor de todo es que un regreso estadounidense al acuerdo de 2015 desafiando las preocupaciones de Israel sobre un tema que es vital para su seguridad arrojará una sombra oscura sobre el estatus de Israel como un aliado estadounidense clave en el Medio Oriente. Y sería un error suponer que cualquier «compensación» ofrecida por Estados Unidos a Israel incluirá armamentos que mejorarán la capacidad de ataque de Israel contra las instalaciones nucleares iraníes.
En estas circunstancias, el entendimiento de Israel con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Arabia Saudita contra Irán, puede intensificarse. Por otro lado, también es posible que los árabes del Golfo se unan a Irán cuando vean a Estados Unidos retirarse de la región y las manos de Israel atadas por Estados Unidos. La Administración Biden claramente está menos comprometida con los «Acuerdos de Abraham» que su predecesora. Las semillas de un diálogo Arabia Saudita-Irán, negociado por Irak, ya son evidentes.
También hay interrogantes sobre el futuro de los lazos entre Israel y Azerbaiyán, un país en el que Israel tiene importantes activos estratégicos. Sin embargo, Bakú se está acercando cada vez más a Ankara, y esto podría llevar a Azerbaiyán a adoptar un enfoque menos amistoso hacia Israel, especialmente si Estados Unidos ignora a Israel.
Tal debilitamiento del estatus estratégico de Israel, junto con el enfoque más amigable de la Administración Biden hacia los palestinos, puede aumentar las demandas de estos últimos sobre Israel. Esto podría ir acompañado de violencia palestina.
Frente a estas tendencias preocupantes, los siguientes asuntos deberían ser lo más importante en la mente de Israel:
- Israel debe explicar sin pedir disculpas su postura diplomática y de seguridad y equipar a sus amigos con puntos de conversación claros: que un regreso al acuerdo de 2015 no es (solo) una amenaza para Israel, sino que acortará el tiempo para una irrupción nuclear de Irán y precipitará la proliferación de armas nucleares en el Medio Oriente, incluso en Turquía, Arabia Saudita y Egipto; un peligro para el mundo entero.
- Es fundamental preservar la libertad de acción de Israel. Una decidida posición israelí, respaldada por acciones contra el proyecto nuclear iraní que amenaza con causar la proliferación nuclear en todo el Medio Oriente, fortalecerá los “Acuerdos de Abraham” y evitará que Arabia Saudita y los Estados del Golfo se acerquen a Irán. Hablar a viva voz en oposición a la renovación del JCPOA es un elemento para mantener la libertad de acción y la capacidad de disuasión de Israel. Es importante hacerlo ahora, en tiempo real.
- Jerusalén debe prepararse para las tensiones intensificadas con Washington y tratar de moderar esto a través de esfuerzos diplomáticos en el Congreso, en la comunidad judía y con grupos amigos en los Estados Unidos. La postura de Israel contra el acuerdo nuclear todavía puede recibir una simpatía considerable en Estados Unidos.
- Es fundamental que estos mensajes sean transmitidos por altos escalones profesionales, sin mensajes políticos partidistas, israelíes o estadounidenses. Incluso si hay desacuerdos con la Administración Biden, se debe evitar la posibilidad de una ruptura entre Estados Unidos e Israel.
- Israel debe estar preparado para defenderse de los ataques con misiles iraníes desde Líbano, Siria, Irak y Yemen.
- Irán quiere rodear a Israel con bases de misiles. En este contexto, es probable que Jordania sea un objetivo de la subversión iraní. Estratégicamente, Jordania es el «punto débil» de Israel. Por lo tanto, Jerusalén debe hacer todo lo posible para ayudar a mantener la estabilidad de Jordania.
De hecho, se necesitará mucha sofisticación y habilidad para superar la difícil situación en la que se encuentra Israel.
Fuente: JISS – The Jerusalem Institute for Strategy and Security
El profesor Efraim Inbar es presidente de The Jerusalem Institute for Strategy and Security, JISS.
El coronel (res.) Dr. Eran Lerman es vicepresidente de The Jerusalem Institute for Strategy and Security, JISS.