Por Zvi Magen, y Daniel Rakov
En Occidente, a Putin le atribuyen superpoderes manipuladores. cuando se trata de reuniones interpersonales.
De hecho, Putin no tiene esos superpoderes, y si los primeros cuatro meses del gobierno de Bennett han demostrado algo, es que hay mayormente continuidad en las relaciones, y que los lazos positivos entre Moscú y Jerusalén se basan en importantes intereses mutuos, no solo intercambios de gestos formales entre líderes.
Como es habitual en todas las reuniones de alto nivel entre Rusia e Israel, la cuestión sirio-iraní estará en el centro de las conversaciones.
Aunque desde el verano el Ministerio de Defensa ruso ha aumentado ligeramente sus críticas a la actividad militar de Israel en Siria, parece que se trata principalmente de señales, lo que significa que Rusia no está levantando una bandera roja frente a Jerusalén, pero no está interesada en una escalada entre Israel e Irán en suelo sirio.
La ruptura de Irán de los tabúes sobre el enriquecimiento de uranio en los últimos meses y el estancamiento en las negociaciones del acuerdo nuclear fortalecen el estatus de Moscú como elemento decisivo entre Irán y las potencias occidentales que son socios en las conversaciones, y es probable que este tema ocupe un lugar más central que en charlas anteriores.
Además, hay indicios crecientes de que en su reunión Putin y Bennett se centrarán en el arreglo político en Siria y anunciarán la reanudación del diálogo entre el Consejo de Seguridad Nacional de Jerusalén, Moscú y Washington sobre el tema (un canal que comenzó en 2019, pero se detuvo después de que el presidente Trump despidiera al socio estadounidense John Bolton).
El ministro Elkin, que acompañará a Bennett, coordina los asuntos civiles con Rusia en el gobierno israelí.
Los rusos están presionando para restaurar el comercio entre los países a niveles pre-pandémicos y para abrir Israel a los turistas rusos, que están vacunados con la vacuna «Sputnik», aunque aún no ha sido reconocida por las autoridades estadounidenses y europeas. Hay signos crecientes de que el gobierno responderá a la solicitud de Rusia, aunque de alguna forma calificada.
En resumen: será una reunión breve, y el primer ministro tendrá que apresurarse para regresar a Israel antes del Shabat.
El objetivo principal de los dos líderes es establecer una relación, y no necesariamente conseguir logros concretos en la reunión.
El trasfondo de la visita es el 30 aniversario de la reanudación de las relaciones diplomáticas entre los países, y este clima envolverá el encuentro en un tono positivo, que empujará los temas controvertidos a un lugar menos destacado en la agenda.
El INSS marcará el 30 aniversario de la relación con una mirada amplia a las diversas capas del vínculo entre Israel y Rusia, que se caracteriza por una multitud de desacuerdos junto con sorprendentes convergencias de intereses.
Las próximas semanas se verá la publicación de un libro en colaboración con el Instituto Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), escrito por expertos en Israel, Rusia y Estados Unidos, que analiza las relaciones bilaterales en el pasado, presente y futuro.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies
Zvi Magen es investigador del INSS y ex embajador de Israel en Rusia
Daniel Rakov es investigador del INSS