Mohammed bin Zayed al Nahyan, Abdel Fattah el-Sissi y Naftali Bennett en Sharm el-Sheikh, el 22 de marzo de 2022 Foto: Portavoz del Presidente de Egipto vía Facebook

Por Ophir Winter

El portavoz del presidente egipcio afirmó que la reunión abordó temas de energía, estabilidad del mercado y seguridad alimentaria, junto con otros desarrollos internacionales y regionales.

Los comentaristas egipcios señalaron que la reunión refleja el interés por formar nuevas alianzas regionales a la luz de la reducción de la participación de EE. UU. en la región y la necesidad de estos países de atender juntos sus asuntos de seguridad y económicos compartidos que necesariamente apoyarán.

De hecho, la foto de los tres líderes, con el presidente egipcio en el centro, simboliza la formación de un eje regional que comparte preocupaciones e intereses comunes en varios temas:

Primero, el programa nuclear iraní.

Los tres países están interesados ​​en presentar un frente cohesionado ante la administración estadounidense con respecto a un posible regreso al acuerdo nuclear.

Si bien las reservas israelíes y emiratíes sobre algunas de las cláusulas del acuerdo se han expresado públicamente, Egipto también tiene interés en aumentar la coordinación en materia seguridad y prevenir estallidos violentos.

La principal preocupación de El Cairo es el aumento de las actividades subversivas de Irán al amparo del aparente acuerdo, particularmente en relación con los hutíes, que atacan a los aliados de Egipto en el Golfo y podrían interrumpir el Canal de Suez, que sirve como una importante fuente de ingresos de divisas.

En segundo lugar, la guerra en Ucrania.

Aunque los tres estados se ven a sí mismos como aliados de Washington, se esfuerzan por mantener un margen de maniobra legítimo entre los bloques a la luz de sus intereses económicos y de seguridad directos frente a Moscú.

Egipto, por ejemplo, importó alrededor del 50 por ciento de su trigo de Rusia hasta la guerra, confiaba en el turismo ruso y puso la esperanza en una serie de proyectos económicos rusos en su territorio, desde una planta de energía en el Dabaa hasta el área industrial en el Canal de Suez.

Estos se unen a la cooperación ruso-egipcia en el frente libio y la importancia que Egipto otorga a la posición de Rusia en la crisis de la Presa del Renacimiento.

Tercero, mantener la estabilidad en Egipto y la región en general.

El ciudadano egipcio promedio enfrenta grandes desafíos económicos desde el estallido de la guerra en Ucrania, incluida una caída de más del 10 por ciento en la libra egipcia y un fuerte aumento en los precios de los alimentos y la energía, lo que podría desencadenar disturbios políticos y sociales.

La semana pasada, Israel se comprometió a ayudar a Egipto a compensar la pérdida de turismo de Rusia y Ucrania, cuando acordó abrir una nueva ruta aérea entre Tel Aviv y Sharm el-Sheij.

Abu Dabi también anunció una inversión de 2.000 millones de dólares en empresas egipcias.

Los dos países pueden incluso ponerse del lado de Egipto en sus esfuerzos por recaudar subvenciones de instituciones financieras internacionales tales como el FMI.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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