Los encendidos discursos a 26 años de la muerte de Itzhak Rabin produjeron un cortocircuito al interior de la coalición de gobierno. La ministra del Interior, Ayelet Shaked, criticó a sus socios políticos por lo que percibió como «incitación».
Sin nombrarlo, Shaked pareció apuntar contra el ministro de Relaciones Exteriores, Yair Lapid, perteneciente al ala de centro-izquierda de la coalición.
En su Facebook, Shaked escribió que «al escuchar los discursos de ayer, simplemente me avergoncé. El etiquetado de gran parte del electorado como oponentes y asesinos de la democracia es una terrible injusticia cometida contra personas con una ideología valorada, que se ven obligadas todos los años en este día a soportar calumnias e insultos, incluso [contra] sus representantes».
«Ese etiquetado excluye a la mitad de la población del juego democrático; no es la preservación de la democracia, sino que muestra desprecio. Aquí no hay ‘bueno’ versus ‘malo’. Estas son personas y las personas deben respetarse unas a otras», concluyó la representante del partido de derecha Yamina.
En su discurso en la Knéset, Lapid había dicho que los «herederos ideológicos» de Yigal Amir, el asesino de Rabin, seguían sentados en la Knéset. El ministro apuntaba a diputados como Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, representantes de la ultraderecha.
Ben-Gvir, incluso, se hizo conocido cuando fuera filmado robando el adorno del auto de Rabin y amenazando que «llegaría hasta el primer ministro». En las últimas elecciones entró al parlamento gracias a un acuerdo con Benjamín Netanyahu.
Shaked celebró también que la diputada de su partido, Shirly Pinto, borrara un tweet contra Netanyahu. En el tweet, la diputada respondía unas declaraciones del exmandatario con un famoso video de 1995, en el que Bibi, entonces también líder de la oposición, escuchaba desde un balcón una protesta contra Rabin en donde manifestantes pedían la cabeza del entonces primer ministro.
«A veces, parece que nunca salió de ese balcón. Fue un incitador y sigue siendo un incitador. Este año también, Netanyahu usó el asesinato de Rabin para explicar que él, de hecho, fue el atacado», escribió la diputada, para luego arrepentirse y borrar el tweet.