En medio de un rebrote de casos de COVID-19, el gobierno decidió dar marcha atrás con la reapertura de fronteras a turistas vacunados pensada para julio. Mediante un comunicado oficial de la oficina del Primer Ministro, se pospuso la apertura para el 1° de agosto.
Le decisión se tomó en el marco de la recreación de un gabinete de coronavirus, formado por una docena de ministros. Por otro lado, el gobierno israelí avanzó con más medidas frente a la aparición de la variante Delta del virus.
A partir de ahora, todos los ciudadanos israelíes deberán firmar una declaración antes de salir del país, comprometiéndose a no viajar a lugares de alto riesgo. Esa lista incluye a Argentina, Brasil, México, Sudáfrica, India y Rusia.
También se restituye la obligación del uso de mascarillas en interiores siempre que el promedio de casos semanales sea mayor a 100 diarios. Hoy, ese promedio es de 94.
El primer ministro Naftali Bennet afirmó que “nuestro objetivo en este momento es, ante todo, proteger a los ciudadanos israelíes de la variante Delta que está arrasando en todo el mundo. Al mismo tiempo, queremos minimizar al máximo los daños a la vida diaria en el país. Por lo tanto, decidimos actuar lo antes posible para no pagar un alto precio más adelante».
«Si observamos las reglas y actuamos de manera responsable, juntos lo lograremos», concluyó.
Desde el inicio de la pandemia en 2020, 840.166 personas han sido diagnosticadas con COVID-19 en Israel. En total, 6.428 murieron debido a la enfermedad.