Los diputados Itzik Shmuli y Stav Shaffir, ganadores de las primarias del Partido Laborista de cara a las elecciones generales parlamentarias previstas para el 9 de abril, han completado una meteórica carrera en la agrupación política de centro izquierda.
Ingresaron a la Knéset (Parlamento), en 2013, tras ser reconocidos como líderes de la protesta por la justicia social en 2011.
Durante la campaña de las internas, ofrecieron a los afiliados la esperanza de un juvenil retorno del partido que ha perdido prominencia y se hunde en las encuestas a apenas siete escaños.
Shmuli, de 38 años, fue presidente de la Asociación Nacional de Estudiantes de Israel. Últimamente, ascendió a la cumbre del partido tras alinearse con el presidente del laborismo, Avi Gabbay, a pesar del las duras críticas que sufre el actual líder. Luego que Gabbay rompiera la alianza con la presidenta del partido Hatnuá, Tzipi Livni, el mes pasado, Shmuli fue designado jefe de la facción laborista del Parlamento.
Como diputado, Shmuli ha promovido los derechos de las minorías, discapacitados y jubilados. Tras la Marcha del Orgullo Gay en Jerusalén en 2015, Shmuli se reveló abiertamente como homosexual y se convirtió en adalid en la lucha parlamentaria por los derechos de la “maternidad de alquiler” o “vientre de alquiler” para la comunidad gay.
Por su parte, la diputada Stav Shaffir, de 33 años, también ex líder de la protesta social, de 2011, ocupó un asiento en la poderosa Comisión de Finanzas de la Knéset, y preside actualmente la Comisión de Transparencia del Parlamento. Desde estos ámbitos, se ganó un nombre como luchadora en contra de las desigualdades económicas y en favor de la transparencia gubernamental.