El nuevo gobierno israelí «está escuchando» las preocupaciones de los judíos más liberales, dijo el nuevo ministro de Asuntos de la Diáspora de Israel.
De visita en Estados Unidos, Amijai Chikli señaló que si bien algunos cambios propuestos que preocupan a los estadounidenses, incluida una revisión de la Ley de Retorno del país, ocurrirían lentamente, cualquier crítica está en gran parte fuera de lugar.
“Hay una gran alarma en la izquierda, es obvio, y afecta dramáticamente a la mayoría de los judíos que viven aquí en Estados Unidos”, dijo Chikli en la cumbre del Consejo Israelí Estadounidense, cuyo objetivo es mantener a los israelíes en Estados Unidos conectados con Israel.
“Tuvimos una elección. El resultado fue cristalino. Fuimos muy honestos con nuestra agenda, y es nuestra responsabilidad formar esta agenda”, dijo. “Y no significa que no estemos escuchando. Sí escuchamos, y pasé horas hoy, ayer, escuchando a los líderes judíos y lo que tienen que decir sobre la Ley del Retorno, sobre los cambios judiciales y todo. Estamos escuchando las críticas. Estamos escuchando las preocupaciones. Nos preocupamos por eso”.
Chikli estaba haciendo sus primeros comentarios públicos fuera de Israel desde que fue nombrado ministro de Asuntos de la Diáspora en el nuevo gobierno de Benjamin Netanyahu.
La coalición, la más derechista en la historia del país, ha generado preocupación en la diáspora. Particularmente, la intención de algunos partidos de modificar la ”Cláusula del Nieto” de la Ley de Retorno que permite que cualquier persona con un abuelo judío reclame la ciudadanía.
Los partidos religiosos de Israel dicen que eso ha dejado la puerta abierta a los inmigrantes que no están interesados en construir ”un estado judío fuerte”.
Respecto a esto, Chikli dijo que creía que era ”un problema para la identidad de Israel que un porcentaje cada vez menor de inmigrantes de la ex Unión Soviética estuvieran conectados con el judaísmo y muchos de ellos no se quedaran en Israel por mucho tiempo”.
De todos modos, el nuevo ministro prometió que cualquier cambio en la Ley de Retorno ocurriría lentamente y a través de un proceso que incluye consultas con otros. “Nadie va a cancelar la Ley del Retorno, que es fundamental para el Estado de Israel”, prometió, aunque aseguró que “necesitamos que Israel sea un estado judío fuerte, y debemos enfrentar este desafío, y lo haremos lentamente”.
El nombramiento de Chikli encendió la polémica ya que previamente hizo comentarios despectivos sobre el judaísmo reformista y dijo que la bandera del Orgullo LGBTQ era un símbolo antisemita.
Pasa que, si se habla de mantener la identidad entonces tiene que haber judeidad sino es superficial. Israel para ser un Estado Judío tiene que identificar a su población con los valores y tradiciones judíos. Sino, sólo es de nombre. Ocurre que para más de la mitad de la población parece que es mala palabra hablar se «observancia»; por ende, ya casi no hay diferencia entre un país goy e Israel. Al olvidar y no practicar la fe entonces se termina adoptando formas no judías de vida. Ipso facto.
Le entra por una oreja y sale por la otra. El judaismo judeofacista ortodoxo que domina el gobierno odia todo otro modo de identificacion judia. Escupen insultan discriminan mienten estafan. La derecha del likud es obtusa y acepta todo eso con tal de detentar el poder y salvar a su corrupto lider enjuiciado en tres causas.