En una reciente entrevista para la prensa chilena, Maurice Khamis, decía sin reservas sobre Hamás: “absolutamente lo apoyo”, y agregaba que “Hamás es un movimiento de resistencia”.
Estas declaraciones de Khamis son una muestra más de la decadencia moral absoluta de los supuestos líderes de la comunidad palestina chilena y un triste recordatorio de su verdadera intención. Pero más que nada es una evidencia clara de que Khamis y sus compañeros en la dirigencia palestina en Chile son los peores traidores hacia su propio pueblo.
Cuando Khamis dice que apoya a Hamás “absolutamente” está mostrando su apoyo a una organización terrorista que desde que tomó el control de la Franja de Gaza, no ha hecho más que oprimir a su pueblo y utilizarlo de carne de cañón.
Una organización terrorista que dispara de forma intencionada desde centros de población civil para que su propio pueblo muera y ganar unos votos más de simpatía internacional.
La misma organización terrorista que disparó más de 4.360 cohetes a Israel (que al parecer para Khamis es un acto de “resistencia” asesinar a un niño de 5 años en Israel) de los cuales más de 680 cayeron dentro de la propia Franja de Gaza y asesinaron a civiles palestinos.
Está expresando su apoyo a unos líderes que, mientras viajan en Mercedes Benz de lujo por las calles de Qatar y cantan “victoria”, están utilizando los recursos de su pueblo para construir túneles por 50 millones de dólares y disparar cohetes contra civiles.
El mismo líder de Hamás, Ismail Haniyeh, dijo orgullosamente en una entrevista el año pasado que había rechazado 15.000 millones de dólares en proyectos para la población de Gaza, porque a cambio le pedían renunciar a los cohetes con los que disparan a Tel Aviv. Es decir, orgullosamente se jacta de decir que prefirió que la gente de Gaza viva en la miseria con tal de seguir en su intento obstinado de asesinar a civiles israelíes.
El mismo Haniyeh que probablemente haya ordenado en dos ocasiones durante los últimos días que su organización terrorista dispare contra decenas de camiones de ayuda humanitaria para la Franja de Gaza que estaban cruzando desde Israel, evitando de esta forma que la gente de Gaza pudiera estar un poco mejor.
Khamis al parecer olvida que si él viviera en Gaza, probablemente hubiera sido perseguido como le pasó a Rami Ayyad, un cristiano que vivía en Gaza y era dueño de la única librería cristiana de la Franja, y que fue secuestrado, torturado y asesinado en el año 2007 después de que Hamas tomara el control de Gaza y redoblara sus esfuerzos de islamización radical que han mermado a la población cristiana local.
Khamis traiciona a su propio pueblo cuando brinda total impunidad a una organización terrorista que secuestró y asesinó a tres jóvenes israelíes por el simple hecho de ser judíos que estaban intentando regresar a su casa. Al parecer ese es el camino de la “resistencia” para Khamis y ese debería ser el camino ideal de los palestinos.
Todo esto sin hablar siquiera de la carta fundacional de Hamás que es abiertamente antisemita (sí, antisemita, no “antisionista”) y que promete perseguir a todos los JUDÍOS de la tierra.
Línea que han seguido en tiempos recientes numerosos líderes de Hamás como Fathi Hamad que llamó a “cortar las cabezas de los judíos” o Ahmad Bahr que pedía a Alá: “aniquila a todos los judíos.. asesínalos a todos, hasta el último de ellos”. Esas son las palabras a las que está adhiriendo Khamis.
Desde hace un tiempo ya la Federación Palestina de Chile se ha prestado de lleno al servicio del terrorismo y su discurso es abiertamente antisemita y preocupantemente lleno de odio violento.
Cuando se posicionan del lado de una organización como Hamás están mostrando su verdadera cara.
El bienestar del pueblo palestino es lo último en su lista de prioridades. La construcción de un Medio Oriente de paz es algo que va en contra de sus principios. Buscan fortalecer a los terroristas más extremos en su afán obstinado de atacar a Israel y convertir a cada judío en un blanco de ataques.
Lamentable que la organización que debería servir de paraguas a una de las comunidades palestinas más grandes del mundo se haya convertido en el peor enemigo del pueblo palestino.