Marco Wolff es argentino y futbolista. Criado en Tigre, un club de la zona norte de Buenos Aires, hoy milita en Maccabi Petah Tikva, uno de los 14 equipos de la Ligat Ha’al de Israel.
En su familia, el fútbol corre en las venas. Su padre Waldo atajó profesionalmente al igual que él. En diálogo con AURORA, Marco repasó su trayectoria y presente en Israel.
Aurora: ¿Te ves viviendo en Israel mucho tiempo a pesar de recién llegar al país?
Marco Wolff: Hoy estoy muy contento de estar acá. Ojalá sea por muchos años más, no lo sé. Mientras sea feliz, me quedaré.
A: ¿Qué sabías de la liga israelí? ¿Cómo ves al fútbol israelí en general?
MW: La liga es distinta a la argentina, son pocos equipos y es muy marcada la diferencia entre los que siempre pelean arriba y los que no. El formato es nuevo, no lo conocía, pero apuntaremos a dar la sorpresa y estar peleando para estar en lugares importantes.
A: ¿Tenías algún contacto directo antes de llegar a Israel o fue todo nuevo desde el principio?
MW: Tengo muchos amigos que juegan acá y me venían contando como es la dinámica, sumado a que Maccabi me vino a buscar hace unos meses y ya me venía preparando mentalmente para venir. Leyendo y estudiando sobre cómo son las cosas y qué esperar.
A: ¿Cómo se dio tu llegada a Maccabi Petah Tikva?
MW: Hace varias temporadas que vengo teniendo la posibilidad de venir a jugar al fútbol israelí, pero por diversos motivos nunca se daba: tanto el año pasado como este, Maccabi PT se contactó conmigo para venir definitivamente. Esta temporada se me vencía el contrato en Argentina, y sentía que era el momento correcto para dar el salto a una liga nueva y potenciar mi carrera.
A: ¿Qué te motivó del club?
MW: El club me llamó la atención por su idiosincrasia y buen ambiente. Apuesta mucho a los jugadores jóvenes y les da la oportunidad de destacarse en Primera División.
A: ¿Tu sueño fue vivir algún día en Israel o jugar en dicha liga?
MW: En un principio siempre pensé en quedarme a jugar en Argentina, pero a medida que fui creciendo le empecé a tomar gustito a viajar y a conocer nuevas culturas. Y sumado a la situación económica-epidemiológica de Argentina, era el momento de emigrar y buscar mi lugar en acá.
A: ¿Qué balance hacés de tu paso por Tigre?
MW: De Tigre me llevo solo buenos recuerdos, me abrieron las puertas de chico y me ayudaron a cumplir mi sueño de ser profesional, de salir campeón y de jugar en Primera División. Siempre le voy a tener un cariño especial”.
A: ¿Cómo fue debutar en primera en la Copa Libertadores directamente y en la altura?
MW: Debutar en la copa fue hermoso. Lo venía palpitando toda la semana y me mentalicé para disfrutarlo al 100 por ciento. La altura influyó un poco en el rendimiento físico en general del equipo, pero yo no lo sentí. Para mí fue un día soñado.
A: ¿Tu papá es tu modelo a seguir desde siempre en el fútbol o mirás a otros arqueros más de tu camada?
Mi viejo es mi ejemplo en la vida, yo mucho no lo vi atajar y tengo pocos videos. Siempre me ayuda y me da consejos somos distintos tipos de arqueros. Eran otras épocas y se atajaba distinto.