Decenas de líderes judíos europeos se juntaron ayer en Oporto para una conferencia sobre estrategias comunitarias, que incluyen lecciones sobre cómo los judíos locales de la ciudad atrajeron a cientos de nuevos feligreses.
“Los líderes de la comunidad judía de Oporto pueden ser un gran ejemplo de cómo unas pocas personas que creen en el judaísmo, en el futuro de la vida judía, pueden hacer un trabajo magnífico”, dijo el rabino Menachem Margolin, director de la Asociación Judía Europea. Es un grupo de presión con sede en Bruselas que organizó la conferencia en Oporto.
En los últimos años, llegaron cientos de estudiantes judíos franceses a la universidad local y se aumentó la sinagoga, la cual, por décadas, fue su única posesión, con un museo, una carnicería kosher y un cementerio judío.
“Incluso hace cinco años, cuando llegué a Oporto, era un desierto en lo que respecta a la vida judía”, dijo Ilan Cohen, un estudiante de medicina judío francés nacido en Túnez de 23 años que conoció a su esposa judía en Oporto. “Ahora hay una sólida presencia y vida judía y hay un minyan (término hebreo para el quórum de al menos 10 hombres judíos requerido para algunas oraciones de acuerdo con el halajá, la ley judía ortodoxa) todos los días en la sinagoga”.
La Asociación Judía Europea eligió a Oporto como ciudad anfitriona de su conferencia anual, cuyo título este año fue “Dar forma al futuro de los judíos europeos juntos”, manifestó Margolin. Los participantes firmaron una declaración instando a “los gobiernos nacionales que están preparando planes nacionales para combatir el antisemitismo, o que ya han preparado planes, para desvincular el antisemitismo de todas las demás formas de odio y tratarlo de forma aislada”.
Quisiera dar mayor exactitud a los datos. El artículo menciona que la kehilá cuenta con 1000 miembros. No deja de ser un número teórico ya que en los únicos días en que hay servicio religioso (Cabalat Shabat y Shajarit de Shabat) el minián no supera los 20 feligreses fijos. El resto se completa con turistas.
Además, el artículo menciona que hay minián todos los días. Esto sólo sucede en un anexo, cercano a la universidad donde los estudiantes franceses cursan sus estudios. Pero en la Sinagoga central, el número es el que expuse más arriba.
La kehilá de Oporto no tiene dirección de un Rabino en este momento. El Rabino a cargo vive en Israel y esporádicamente viaja a Portugal para atender asuntos administrativos. La Sinagoga cuenta con la asistencia de una persona observante que oficia durante Shabat, pero no tiene la responsabilidad que debería tener un Rabino.
La comunidad de Oporto no cuenta con una orientación sobre comida casher. Existe un pequeño negocio que funciona dentro de la Sinagoga, en horarios muy reducidos. Dispone de algunos alimentos, básicamente provenientes de Francia. La comunidad de Oporto no cuenta con supervisación de alimentos, ni siquiera con una lista de productos que, sin bien sin sello rabínico, podrían consumirse sin problemas.
En síntesis, a la Comunidad Israelita do Porto le falta mucho trabajo para convertirse en una kehilá floreciente. Lo que hay es apenas un reflejo, producto de la afluencia de estudiantes franceses (que, terminados sus estudios, volverán a su país) y de la afluencia de turistas.
Esto quedó más que evidenciado cuando la pandemia del Covid-19, cuando la Sinagoga lucía desierta.
Las cosas por su nombre.
Qué buena aclaración todo lo que mencionás! ¿Hay colegio con enseñanza de hebreo? Sea nivel jardín, primario o secundario
Gracias por la aclaracion Meajer, interesante lo que cuentas, es una situacion que comparten muchas comunidades en Europa.