Dr. Israel Jamitovsky
La historia de los judíos en el Reino Unido es tan antigua que incluso se extiende mucho antes de la conformación del Reino Unido como tal en 1707, de tal suerte que está sólidamente arraigada en la historia misma del país. La primera comunidad judía registrada en Gran Bretaña data del año 1070.
En la actualidad en el Reino Unido, reside la segunda mayor población judía de Europa después de Francia y asimismo alberga a la quinta comunidad judía más grande del mundo. Por todo ello interesa vivamente analizar algunas facetas del censo de la población celebrado en Inglaterra y País de Gales en el año 2021 comparándolo con el anterior celebrado en el año 2011 y que incluye naturalmente a la población judía del medio.
Mientras que en la mayoría de las comunidades judías su número desciende porque parte de sus miembros se han afincado en Israel, trasladado a otras comunidades o renunciado a su identidad judía, en Inglaterra y País de Gales, se registra un sorpresivo proceso inverso.
Así, en este último censo 271.000 habitantes se identificaron como judíos conformando el 0.5% de la población de Inglaterra y País de Gales en tanto que en el 2011 su número era 260.000 habitantes constituyendo en aquel momento un 4% de la población general. Es decir entre ambos censos y en el transcurso de diez años, la población judía aumentó en 11.000 almas
Se trata del primer aumento registrado en la población judía de Gran Bretaña desde la Segunda Guerra Mundial .Mas allá de los múltiples atributos de esta comunidad y el poder de atracción que posee principalmente Londres en tanto lugar a residir, este sorpresivo aumento de la comunidad judía se atribuye a la alta tasa de natalidad de su población ultraortodoxa así como al considerable flujo de migrantes judíos que se afincaron en Inglaterra durante la década del año 2010 provenientes de Europa Occidental y en especial desde Francia, país en el cual en los últimos años se ha registrado un considerable aumento del antisemitismo. Recordemos igualmente – a título de ejemplo- que de filas del Judaísmo Británico surgió la figura del Rabino Lord Dr. Jonathan Sacks, una de las personalidades más relevantes y emblemáticas del pueblo judío en nuestro tiempos.
El censo revela igualmente que la mayoría de los judíos conservan su identidad y además del inglés buena parte de ellos domina el hebreo y el ídish. Un 53.6% de la población judía reside en Londres y su presencia judía se acusa principalmente en Hertsmere (17%) y Barnet (14.5%).
Hay otro guarismo que sorprende aún más en este censo. Conforme a la Central Nacional de Estadística Británica, por primera vez en la historia del Reino Unido, la Iglesia Anglicana deja de ser mayoría en Inglaterra y País de Gales. Un 46.2% de su población (27 millones quinientas mil personas) se autodefinió en esta oportunidad como cristiana, en tanto que en el censo del año 2011 un 59.3% hizo otro tanto, acusando por ende esta confesión religiosa un descenso del 13.1%.
A su vez, el segundo lugar numéricamente hablando en el antedicho censo, lo ocupó el colectivo que en el cuestionario respondió no identificarse con religión alguna. También en este espacio se registró un aumento del 12% entre los encuestados pasando de un 25.2%(14 millones cien mil) en el año 2011 a un 37.2%(22 millones doscientos mil) en el último censo.
Dato significativo es que en este último censo, no era obligatorio señalar la filiación religiosa de los encuestados pero aún así el 94% de ellos entendió pertinente responder a este inciso, pauta de la trascendencia que le otorgaron los encuestados a este tópico.
Como era de esperar, en este último censo aumentó igualmente el número de creyentes y practicantes de otras minorías religiosas. La musulmana pasó de 2 millones setecientos mil (4.9%) en el 2011 a casi 4 millones (6.5%), en tanto que en los sijs y budistas el número de feligreses pasó de 818.000 en el 2011 a un millón (1.7%) en el último censo.
Según la Central de Estadísticas Británica, estos cambios demográficos reflejan la diversidad de aproximaciones y posturas diferentes en espacios como la natalidad, la familia, la migración así como los parámetros mediante los cuales los británicos definen y definirán su propia identidad en el futuro. A todo ello personalmente agregaría la responsabilidad que recae sobre los líderes políticos y comunitarios de Gran Bretaña a los efectos de fortalecer las relaciones entre las diversas comunidades étnicas y religiosas que operan en su seno.