Las denuncias mensuales por violencia machista en Israel se dispararon un 250 % en 2020, en un contexto de restricciones por el COVID-19 donde también aumentó la desigualdad de género: el 70 % de desempleados causados por los cierres fueron mujeres, según informa hoy el diario Haaretz en el Día Internacional de la Mujer.
Las quejas por violencia machista aumentaron a un promedio de 699 al mes el año pasado, en comparación con las 270 registradas en 2019. En lo que va de 2021 la cifra creció aún más, con unos 756 casos mensuales, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
A su vez, durante este período se abrieron dos nuevos centros de acogida y protección para mujeres maltratadas, y las autoridades se preparan para abrir más espacios si el número de víctimas aumenta.
IMPACTO EN EL MERCADO LABORAL
En 2020, a nivel laboral, las mujeres también padecieron más el impacto de los confinamientos para frenar la expansión del virus.
Durante la mayoría de meses, el 55 % de nuevos desempleados fueron mujeres. La tasa se disparó por los cierres, cuando representaron el 70 % de personas que se quedó sin empleo temporal o definitivamente.
En el punto álgido del primer confinamiento del país, en abril de 2020, la tasa de desempleo en Israel alcanzó el 25 %, una cifra muy elevada en comparación con el apenas 4 % de antes de la pandemia.
SE AGRAVA LA DESIGUALDAD DE GÉNERO
Se prevé que el impacto para las mujeres de la crisis generada por el coronavirus sea a largo plazo, y podría agravar aún más la desigualdad de género en el mercado laboral, advierten expertos.
Entre otras, «las mujeres que se vieron obligadas a dejar de trabajar y regresar a casa para cuidar de sus hijos tendrán problemas para regresar a los mismos puestos, incluso si la economía vuelve a la normalidad», asegura Yulia Eitan, jefa de diversidad en el empleo del Ministerio de Trabajo, según recoge Haaretz.
Esta situación también profundizará la brecha salarial y socavará las oportunidades de promoción laboral para las mujeres, alerta. EFE