El canal televisivo iraní Ofogh transmitió comentarios antisemitas del experto en asuntos exteriores Mohammad Ghaderi el 5 de marzo. Los mismos fueron contra el director de la Agencia Internacional de Energía Atómica Rafael Grossi.
Al respecto, Ghaderi le dijo a Ofogh: “Grossi es un diplomático argentino. Él también es judío. Cuando llegó al lugar y fue elegido jefe de la OIEA, contó con el apoyo total del gobierno de los EE. UU., que era la administración Trump, y el apoyo personal del propio Mike Pompeo. Tenía el respaldo del lobby sionista”.
Consultado por The Jerusalem Post, Alireza Nader, directora de participación de la Unión Nacional por un Irán Democrático analizó que “no es sorprendente ver a los funcionarios del régimen recurrir a tropos antisemitas para justificar sus propias políticas nucleares y exteriores fallidas. La República Islámica de Irán es el gobierno más antisemita del mundo y el principal propagador del antisemitismo en el mundo”.
Elan Carr, ex enviado especial de Estados Unidos para monitorear y combatir el antisemitismo afirmó que Irán era el “principal traficante de antisemitismo del mundo” y que “el antisemitismo no es subordinado a la ideología de la República Islámica de Irán. Es un componente fundamental central de la ideología de ese régimen, y tenemos que ser claros al respecto, y tenemos que confrontarlo y llamarlo por lo que es”.