Fabio. Foto Speaker

La Sinfónica Israelí Rishon Letzion informa que el conductor de orquesta italiano Fabio Mastrangelo estará frente a la orquesta en la próxima serie de conciertos y compartirá escenario con el violinista Sergei Ostrovsky, para ofrecer un magnífico programa en el que se interpretarán dos destacadas piezas: el Concierto para violín de Aram Khachaturian y la Sinfonía de Cesar Frank, uniendo así dos atractivos motivos musicales uno folclórico y el otro romántico. El concierto se presenta hasta el 28.4 en Rishon Letzion, Tel Aviv y Rehovot.

Más datos en www.isorl.co.il

Sergei. Foto Vernakes

Fabio Mastrangelo primero se educó musicalmente en casa de sus padres en Bari, Italia, estudió en el Conservatorio Municipal y en el Conservatorio de Ginebra, luego en la “Royal Academy of Music” de Londres. Ganó primeros premios en varios concursos de piano y se perfeccionó en clases magistrales. Fue el director musical y principal de varias orquestas y se desempeña como asesor musical de varias óperas. Actualmente es el director musical de la Orquesta del “Music Hall” en San Petersburgo, la Filarmónica Rusa en Moscú. También dirige las Orquestas de Yakutsk y Novosibirsk y los Festivales de Ópera en San Petersburgo. El violinista Sergei Ostrovsky nació en Rusia y emigró a Israel a los 17 años, alcanzando su estatus senior como primer violinista en el “Cuarteto de Primavera” (Spring Quartet) que el mismo fundó en 1996. Fue el primer violinista en una larga lista de orquestas de todo el mundo bajo la batuta de los más importantes conductores. Además con el “Spring Quartet” ha actuado en todos los continentes y en centros de música mundial.

Sobre Khachaturian y su concierto para violín: hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, el mundo comenzó a escuchar más y más obras compuestas en la Unión Soviética. Las obras que el régimen soviético quería proyectar. Uno de los nombres que se descubrió  y que gustó rápidamente a los amantes de la música de todo el mundo, fue Aram Khachaturian. Su música es rica en cautivadoras melodías orientales, y sus oyentes se apresuran a cantar y por supuesto a aplaudir al compás.  Esta pieza fue dedicada al  prestigioso violinista David Oistraj. Sobre la sinfonía de Frank, es la única que compuso. En ella logró crear motivos que unen los tres movimientos en una obra  completa, en la que se perfila la refinada y conocida atmósfera romántica francesa.

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