La oposición idea fórmulas más allá de las coaliciones para desbancar a Netanyahu

26 marzo, 2021 , ,
Benjamín Netanyahu Foto: Knéset

Aún así lo intentarán; pero el llamado bloque del cambio no solo con la incierta tarea de crear un Ejecutivo alternativo sino que sopesa sacar adelante en el nuevo Parlamento una ley que descalifique a Netanyahu por su enjuiciamiento por corrupción.

Dos de los líderes del bloque -Gideón Saar, de Nueva Esperanza y Avigdor Liberman, de Israel Nuestro Hogar- han revivido esta iniciativa que no prosperó en la antesala de las elecciones de septiembre de 2019 ni en las de marzo de 2020.

El objetivo es terminar con la era de Netanyahu y la posibilidad de aglutinar apoyos para aprobar esta legislación que le impida reeditar el cargo parece más factible que la de armar un Ejecutivo entre una amalgama de partidos con planteamientos, en muchos casos, contrapuestos.

Y, ¿AHORA QUÉ?

El presidente israelí, Reuvén Rivlin, recibirá el próximo miércoles oficialmente los resultados: 52 escaños para Netanyahu y sus socios; 57 para el bloque anti-Netanyahu; y los 7 de Yamina y los 4 del islamista Raam, dos actores claves que podrían inclinar la balanza.

Comenzará entonces la ronda de contactos con los diferentes partidos que han obtenido representación parlamentaria y deben recomendar a un candidato. El que más apoyos obtenga, recibirá el mandado presidencial para intentar formar Ejecutivo. Tendrá 28 días y 14 adicionales. El proceso se puede repetir con un segundo candidato.

Y en este tiempo, cuando la Cámara esté formada, el bloque opositor podría promover el proyecto de ley y sacarlo adelante con una mayoría de 61 diputados si convence a Yamina o a Raam. Una fórmula, a priori, más realista que la de consensuar un Ejecutivo.

Mientras el bloque debate qué paso siguiente dar, continúan los contactos entre sus líderes. Tras la reunión ayer del centrista Yair Lapid, de Yesh Atid -segundo más votado con 17 escaños- con el Partida Laborista, hoy fue el turno con Liberman.

NETANYAHU TAMBIÉN MANIOBRA

Netanyahu comenzó a tantear posibles desertores de Nueva Esperanza, la formación creada por Saar, exlíder de su partido Likud. Uno de sus diputados, Yifat Shasha-Biton, aseguró al Canal 12 que su antiguo partido le ha ofrecido la cartera de Educación a cambio de unirse a la coalición.

Los tránsfugas aparecen como una de las opciones para que el primer ministro llegue a la mayoría junto a sus socios ultraortodoxos y de extrema derecha y el potencial apoyo de Yamina que suman 59 diputados. Solo necesitarían dos más.

Más allá de lo que ocurra, las maniobras y negociaciones de las próximas semanas coincidirán con el inicio de la fase probatoria del juicio por corrupción contra Netanyahu. A partir del próximo 5 de abril tendrá que comparecer en la Corte, en principio, tres veces por semana.

Netanyahu está acusado de fraude, cohecho y abuso de confianza en tres casos separados de corrupción con pena de cárcel. En las pasadas elecciones ya se presentó con la acusación formal del fiscal general del Estado, sin que esta afectara notablemente a los resultados.

En esta ocasión, con el juicio ya iniciado y pese a su foto sentado en el banquillo, su partido Likud siguió siendo con 30 diputados el más votado con diferencia sobre sus competidores, aunque con una pérdida de seis escaños con respecto a las de marzo pasado.

Todos, pro o anti-Netanyahu, insistieron en que trabajarán para evitar unas quintas elecciones, pero en realidad nadie las descarta y el bloque opositor quiere asegurarse de que el primer ministro en funciones quede fuera de la ecuación. EFE y Aurora

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