La Cumbre del Néguev: La vieja paz se mezcla con la nueva paz

El ministro de Exteriores Yair Lapid y su homólogo bahreiní Abdullatif bin Rashid al Zayani en Sde Boker Foto: Boaz Oppenheim / GPO y Asi Efrati / GPO vía Facebook

Por Ofir Winter y Yoel Guzansky

Israel tiene interés en crear una nueva arquitectura regional dirigida a Irán, en la que es socio junto con los principales países árabes, encabezados por Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.

Pero el mundo árabe, en su conjunto, tiene una percepción diferente de la amenaza iraní.

Naturalmente, los países del Golfo, vecinos de Irán, son más sensibles a varias amenazas iraníes y, en los últimos años, a los apoderados de Irán en Yemen.

Por su parte, Egipto fue el último país en confirmar su participación en la Cumbre del Néguev, y no por casualidad.

La cumbre no coincide con las principales prioridades de Egipto, dado su carácter público, el estatus regional líder otorgado a Israel como anfitrión de la reunión, la ausencia evidente de los palestinos y el énfasis en la amenaza iraní como objetivo no declarado de la cumbre. Además, Egipto dio la bienvenida a los Acuerdos de Abraham desde su anuncio, pero hasta hace poco se mantuvo a una distancia segura.

Por ejemplo, Egipto envió a un representante de menor nivel a una conferencia regional de nivel ministerial celebrada en octubre pasado en los Emiratos Árabes Unidos.

En general, mostró un pequeño número de signos multilaterales de normalización que se desviaron de su tradicional cautela.

Dicho esto, recientemente ha habido un cambio en la política egipcia.

El Cairo se está uniendo lentamente al campo de los países de los Acuerdos Abrahámicos, aunque vacilante y sin entusiasmo.

Apenas la semana pasada, acogió la cumbre tripartita de líderes en Sharm el-Sheij, y esta semana aceptó la invitación israelí a la cumbre de ministros de Exteriores en el Néguev.

En el trasfondo de su decisión hay importantes intereses estratégicos, incluida la asistencia de Estados Unidos, los estados del Golfo e Israel para abordar sus enormes desafíos económicos, exacerbados por la guerra en Ucrania.

El tema iraní, que se espera esté en el centro de las discusiones, no encabeza la lista de preocupaciones de El Cairo.

Sin embargo, aunque El Cairo no tiene el mismo sentimiento anti-iraní que sus aliados del Golfo e Israel, también ve a Irán y sus representantes como una seria amenaza para la estabilidad y el bienestar de la región.

Más allá de la importancia simbólica de la participación de Egipto en la cumbre, puede desempeñar un papel en la red de seguridad regional al fortalecer la influencia del eje sunita moderado e Israel a expensas de la influencia iraní en una variedad de escenarios, incluidos Gaza, Irak, Líbano, Siria, Yemen y el Mar Rojo.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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