La cumbre Bennett-Biden y la amenaza nuclear iraní: ¿Se alcanzaron los objetivos de la reunión?

Joe Biden y Naftalí Bennett en la Casa Blanca Foto archivo: Avi Ohayun / GPO vía Flickr

Por Eldad Shavit y Sima Shine

De hecho, el presidente claramente consideró a su invitado como un amigo y reiteró su compromiso con la seguridad de Israel y su derecho a defenderse.

Sobre el tema de Irán, que fue el foco de la visita, el presidente Biden corrigió su declaración anterior y aclaró su «compromiso de garantizar que Irán nunca desarrolle un arma nuclear».

Importante en este contexto es su declaración de que, si bien Washington prefiere altamente lograr una solución diplomática, es decir, un regreso al acuerdo nuclear (JCPOA), si ese camino fracasa, Estados Unidos está «listo para recurrir a otras opciones». El presidente no elaboró cuáles son estas «otras opciones», pero plantear este mismo asunto era uno de los objetivos de Israel en esta reunión.

En Irán, Ali Shamkhani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, se apresuró a acusar al presidente Biden de amenazar ilegalmente a Irán y dejó en claro que, al hacerlo, Biden ha justificado el derecho de Teherán a responder.

Sin embargo, a pesar de estas declaraciones del presidente de los Estados Unidos, quedan dudas sobre la política de la administración hacia Irán en los próximos meses. Biden no dejó lugar a dudas de que su administración prefiere un regreso al acuerdo nuclear para detener el progreso del programa nuclear iraní.

Pero incluso en Washington, a medida que pasa el tiempo, aumentan las dudas sobre la viabilidad de estas perspectivas, así como sobre el beneficio de volver al acuerdo si Irán ya ha avanzado demasiado en su programa.

Según fuentes israelíes, el primer ministro presentó una estrategia para lidiar con Irán bajo el título «Muerte por mil cortes», en otras palabras, una larga lista de pequeñas operaciones en una variedad de caminos y niveles como sustituto de un ataque militar generalizado. Sin embargo, en el escenario de un regreso al acuerdo, es dudoso que la administración estadounidense pueda ser un socio en la implementación de operaciones conjuntas contra Irán, e incluso podría esperar al menos alguna moderación por parte de Israel.

La realidad será mucho más compleja si las negociaciones fracasan e Irán continúa avanzando en su programa nuclear. En ese caso, incluso si la administración cumple su promesa y respalda «opciones adicionales», es cuestionable si satisfarán a Israel, que probablemente verá la amenaza como mucho más grave que Estados Unidos, siempre que la administración no tenga pruebas de que Irán esté renovando su programa militar.

En cualquier caso, la visita parece ser un hito en el diálogo estratégico entre los dos países, que también continuará en los niveles de trabajo, teniendo en cuenta todos los escenarios posibles en los próximos meses. La conducta discreta de Israel contribuirá en gran medida a la capacidad de llegar a acuerdos con la administración de los Estados Unidos.

Fuente: INSS The Institute for National Security Studies

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