Las cuartas elecciones israelíes que se están llevando a cabo hoy, tienen la particularidad de ser las más caras en la historia del país. La combinación de restricciones sanitarias y logística electoral pondrá a prueba la capacidad del estado para garantizar el voto universal de sus ciudadanos.
Para eso, las autoridades desarrollaron una serie de alternativas, con el fin de que todos puedan votar, incluso quienes estén infectados con COVID-19. En principio, todo lugar de votación debe contar con los cuidados ya conocidos, como plásticos y desinfectantes.
Quiénes estén en cuarentena o casos leves, pueden acercarse a carpas especiales para votar. Se habilita incluso la posibilidad de sufragar desde el auto para los primeros. En tanto, los casos leves serán trasladados en vehículos ofrecidos por el estado.
En el caso de los pacientes que se encuentren internados, habrán autoridades que se acercarán a los centros hospitalarios con la urna. Por último, también se dispone de buses especiales, que servirán de urnas móviles en caso de ser necesario.