Julius Robert Oppenheimer (1904-1967), el proyecto Manhattan y las armas nucleares – Parte II

5 septiembre, 2023 , , , ,
Un grupo de físicos asistiendo a una conferencia en Los Álamos durante la guerra. En la fila delantera (de izqda. a dcha.), Norris Bradbury, John Manley, Enrico Fermi y J.M.B. Kellogg; Oppenheimer está en la 2.ª fila, a la izqda., y a la derecha en la foto está Richard Feynman. Foto: Wikipedia

Link de la Parte I: https://aurora-israel.co.il/julius-robert-oppenheimer-1904-1967-el-proyecto-manhattan-y-las-armas-nucleares-parte-i/

Cuando empezó la Segunda Guerra Mundial, Oppenheimer se involucró fuertemente en los esfuerzos para desarrollar una bomba atómica que ya ocupaba mucho del tiempo y equipamiento del Laboratorio de Radiación de Ernest Lawrence, en Berkeley.

En 1941, Lawrence, Vannevar Bush, Arthur Compton y James Conant intentaban que el Comité Uranio, establecido por el presidente Franklin Delano Roosevelt en 1939, les asignara el proyecto de la bomba, porque opinaban que avanzaba con demasiada lentitud. Invitaron a Oppenheimer para que asumiera el trabajo de cálculo sobre los neutrones, tarea a la que se enfrentó con pleno vigor, renunciando a lo que llamó sus “vagabundeos izquierdistas” para dedicarse a los que ahora consideraba su deber (aunque aún tenía muchos amigos y estudiantes muy radicales). Cuando el ejército de EE. UU. recibió la jurisdicción sobre el esfuerzo de la bomba, ahora bautizado Proyecto Manhattan, el director del proyecto Leslie R. Groves (que había terminado recientemente la dirección de la construcción del Pentágono) nombró a Oppenheimer director científico del proyecto, una acción que sorprendió a muchos. Groves conocía los problemas potenciales de seguridad ligados a Oppenheimer, pero lo consideró como el mejor hombre para dirigir un equipo diverso de científicos y que no estaría afectado por sus tendencias políticas anteriores.

Una de las primeras acciones de Oppenheimer fue albergar una escuela de verano sobre la teoría de las bombas en las instalaciones del proyecto en Berkeley, reuniendo a físicos europeos y a sus propios estudiantes. Este grupo, que incluía a Robert Serber, Emil Konopinski, Felix Bloch, Hans Bethe y Edward Teller; se ocupó de calcular qué era necesario hacer, y en qué orden, para construir la bomba. Cuando Teller expuso la remota posibilidad que la bomba generaría calor suficiente para encender la atmósfera (un evento que pronto Bethe demostró que era imposible), Oppenheimer estuvo tan preocupado por esa posibilidad que se reunió con Arthur Compton en Míchigan para discutirla. Al mismo tiempo, las investigaciones del proyecto adelantaban en muchas universidades y en muchos laboratorios de todo el país, planteando problemas tanto para la seguridad como para la cohesión del proyecto. Oppenheimer y Groves decidieron que necesitaban un laboratorio centralizado y secreto. Buscando un sitio, Oppenheimer propuso una región de Nuevo México no muy lejos de su rancho. En una meseta cerca de Santa Fe, la capital de Nuevo México, se construyó rápidamente el laboratorio de Los Álamos, un grupo banal de cuarteles rodeados de lodo. Ahí Oppenheimer consiguió reunir un grupo de los más brillantes físicos de la época, incluyendo a Enrico Fermi, Richard Feynman, Robert R. Wilson y Victor Weisskopf, así como Bethe y Teller. Allí nació en 1944 la segunda hija de Oppenheimer, Katherine (llamada Toni).

A Oppenheimer se le reconocía su dominio de todos los aspectos científicos del proyecto y sus esfuerzos para manejar los conflictos de cultura inevitables entre científicos y militares. Fue la imagen del proyecto para sus colegas científicos y ejerció su papel de director con gran prestancia. Victor Weisskopf lo expresó así:

No dirigió desde la oficina central. Estaba presente intelectual y hasta físicamente en cada paso decisivo. Estaba presente en el laboratorio o en las salas de seminario, cuando se medía un nuevo efecto, cuando se concebía una nueva idea. No era tanto por las ideas que aportaba algunas veces, sino que su influencia principal venía de algo más. Fue su presencia continua e intensa, que produjo en todos nosotros un sentido de participación directa; creó aquella atmósfera única de entusiasmo y desafío que impregnó el lugar durante todo su período.

Se organizó un gran revuelo (rápidamente silenciado por las autoridades militares) cuando, en 1947, en una entrevista sobre su trabajo, a la pregunta de por qué no se había probado la bomba de uranio (como la de Hiroshima) previamente (la del desierto de los Álamos fue de plutonio, gracias a los disparadores de Von Ardenne capturados en un submarino alemán), este contestó:

No había nada que probar, los alemanes ya lo habían hecho antes, solo teníamos que usarla y ya está.

Mientras tanto, a Oppenheimer lo investigaban el FBI y el departamento de seguridad interna del Proyecto Manhattan por sus anteriores asociaciones izquierdistas. También lo siguió un agente del FBI durante un viaje inesperado a California en 1943 para encontrar a su expareja, Jean Tatlock. En agosto de 1943, Oppenheimer comunicó a agentes de seguridad del Proyecto que uno de sus amigos con contactos comunistas había solicitado secretos nucleares a tres de sus alumnos. Presionado acerca del asunto en reuniones posteriores con el general Groves y agentes de seguridad, identificó al amigo como Haakon Chevalier, profesor en Berkeley de Literatura Francesa. A Oppenheimer le pedirían declaraciones relacionadas con el “incidente Chevalier” y muchas veces prestó declaraciones contradictorias y equívocas, diciéndole a Groves que Chevalier se había puesto en contacto con solo una persona, y que dicha persona fue su hermano, Frank. Pero Groves, consciente de la importancia de Oppenheimer para las metas de los aliados, no lo podía retirar del proyecto a pesar de este comportamiento sospechoso.

Trinity

El trabajo colectivo de los científicos en Los Álamos tuvo su primer éxito en la primera explosión nuclear cerca del pueblo de Alamogordo (Nuevo México) el día 16 de julio de 1945. Oppenheimer bautizó la prueba como Trinity (Trinidad); más tarde explicó que se basó en un verso del poeta John Donne (1572-1631). Según el historiador Gregg Herken, es posible que este nombre aludiera a Jean Tatlock, quien le dio a conocer la obra de Donne cuando eran pareja en los años 1930. Tatlock se había suicidado solo unos meses antes, para consternación de Oppenheimer. Después recordó que mientras presenciaba la explosión, pensó en un verso de un texto hindú, el Bhagavad-Guitá (importante texto sagrado hinduista):
Si el esplendor de un millar de soles brillasen al unísono en el cielo, sería como el esplendor de la creación…

Oppenheimer bautizó la primera prueba nuclear como Trinity. Foto: Wikipedia – Dominio Público

Sin embargo, otro verso que recordó se le atascó en la mente:
Ahora me he convertido en La Muerte, Destructora de Mundos.

Según su hermano, al momento exclamó simplemente –It worked (Funcionó).

La noticia de la prueba exitosa fue comunicada con urgencia al presidente Harry S. Truman, a quien esta información le podía servir para afianzar su posición en la Conferencia de Potsdam, sobre el futuro de la Europa de la posguerra, que pronto tendría lugar.

Japón

Una vez desarrollada el arma, y contando con el material incautado en Alemania, los científicos administradores no estaban de acuerdo en cuanto a usarla y cómo hacerlo. Inicialmente, Lawrence se opuso al uso de la bomba en contra de personas vivas, argumentando que una mera demostración bastaría para convencer al gobierno japonés que sería inútil continuar la guerra. Oppenheimer y muchos de los consejeros militares discrepaban de esta evaluación. Oppenheimer temía que si se anunciase dónde podía ocurrir tal demostración, el enemigo pudiera trasladar a la región a los prisioneros de guerra o a otros escudos humanos. Según otros físicos, incluyendo a Teller y a Leó Szilárd, el usar el arma en un área civil sería una atrocidad. Se hizo circular una petición en los laboratorios de Los Álamos y Oak Ridge rogando que no se usara la bomba por inmoral e innecesaria. Oppenheimer se opuso a la petición y advirtió a Szilard y Teller de que no debían entorpecer el proyecto, pero estos no se retractaron, y Oppenheimer dio nota a Leslie Groves de la carta dirigida a Harry S. Truman, quien ordenó interceptarla, por lo que esta nunca llegó a su destinatario. De todos modos, no queda claro cuánto le importaron al gobierno y a las fuerzas armadas estadounidenses las opiniones de los científicos sobre el arma que habían creado.

El 6 de agosto de 1945, la bomba de uranio Little Boy (muchachito) fue lanzada sobre la ciudad de Hiroshima, Japón. Tres días después, la bomba de plutonio Fat Man (hombre gordo) se lanzó sobre Nagasaki. Las bombas mataron a centenares de miles de civiles instantáneamente y a muchos más en los días y meses siguientes.

Al orgullo que sintió Oppenheimer después de la exitosa prueba Trinity pronto lo reemplazó el sentimiento de profunda culpabilidad y horror, aunque nunca dijese que se arrepentía de hacer el arma. En una visita posterior con el presidente Harry S. Truman, este le inquirió sobre el plazo en que tardarían los soviéticos (“los rusos”) en obtener la bomba, a lo cual él respondió que no lo sabía. El presidente estadounidense por su parte le espetó “¡Nunca!”, ante un sorprendido Oppenheimer. El científico replicó sobre sí mismo que sentía asimismo que tenía “las manos manchadas de sangre” y se quebró emocionalmente ante Truman, ante lo cual el presidente se molestó. Una vez abandonado el lugar, el presidente ordenó a su asistente que no quería volver a ver a “este malnacido” o “científico llorón”. ​Durante la única visita de Robert Oppenheimer a Japón después de la guerra, en 1960, un periodista le preguntó si sentía algún remordimiento por desarrollar la bomba. Oppenheimer bromeó -No es que no me sienta mal. Solo es que no me siento peor hoy de lo que me sentía ayer.

Actividades de posguerra

Repentinamente, Oppenheimer se convirtió en portavoz nacional por la ciencia y emblema de un nuevo tipo de poder tecnocrático. La física nuclear se hizo más poderosa, mientras todos los gobiernos del mundo empezaron a darse cuenta del poder estratégico y político asociado a las armas nucleares y sus horrendas consecuencias. Como muchos científicos de su generación, opinó que la seguridad de las bombas nucleares vendría solo de algún tipo de organismo transnacional (como la recién creada Organización de las Naciones Unidas) que pudiera iniciar un programa para parar una carrera de armamentos nucleares.

Comisión de Energía Atómica

En cuanto se creó la United States Atomic Energy Commission (Comisión de Energía Atómica de EE. UU, AEC) en 1946 como una agencia civil controlando las investigaciones y armas nucleares, Oppenheimer fue nombrado presidente de su General Advisory Committee (Comité Asesor General, GAC) y dimitió de su cargo como director de Los Álamos. Desde ese puesto dio consejos sobre varios asuntos nucleares, incluyendo el patrocinio de los proyectos, la construcción de los laboratorios, e incluso la política internacional, aunque no siempre se pusieron en práctica los consejos del GAC. El Plan Baruch de 1946, que exigió la internacionalización de la energía atómica, provino en parte de las opiniones de Oppenheimer, aunque para su consternación incluyó muchos elementos adicionales que mostraron claramente que su meta fue simplemente impedir a la Unión Soviética conseguir una bomba propia, en vez de fomentar un duradero mecanismo internacional de control. La Unión Soviética rechazó el plan, sin sorprender a los observadores, y Oppenheimer se dio cuenta de que una carrera de armamentos era inevitable debido a la desconfianza entre los EE. UU. y la URSS.

Oppenheimer finalmente asumió el puesto de Einstein en el Institute for Advanced Study.

En 1947 salió de Berkeley, según dijo por problemas con la administración durante la guerra, y fue director del Institute for Advanced Study en Princeton, Nueva Jersey. Más tarde ocupó el antiguo puesto de Albert Einstein de alto profesor de la física teórica.

Mientras todavía era presidente del GAC, Oppenheimer presionó con vigor para el control internacional de armamentos y para el patrocinio de la ciencia fundamental, e intentó influir en la política contra una carrera de armamentos acelerada. Cuando el gobierno debatía sobre realizar un programa intensivo para desarrollar un arma basada en la fusión nuclear -la bomba termonuclear- Oppenheimer al principio recomendó que no, aunque había favorecido desarrollar un arma así en los primeros días del Proyecto Manhattan. En parte lo impulsaron las razones éticas, creyendo que tal arma se podía usar solamente contra los civiles, causando millones de muertos. Pero también lo impulsaron razones prácticas. Como en la época no existía ningún diseño factible de una bomba termonuclear, Oppenheimer opinaba que sería mejor gastar los recursos creando una gran fuerza de armas de fisión. A pesar de su consejo, después que la Unión Soviética probó su primera bomba atómica en 1949, el presidente Harry Truman anunció un programa intensivo. Oppenheimer y otros colegas del GAC adversarios del proyecto, sobre todo James Conant, se sintieron rechazados personalmente y consideraron retirarse del comité. Se quedaron, aunque difundieron sus opiniones sobre la bomba termonuclear.

En 1951, sin embargo, Edward Teller y el matemático Stanislaw Ulam desarrollaron lo que se bautizaría la configuración Teller-Ulam para una bomba termonuclear. Este nuevo diseño pareció factible, y Oppenheimer cambió de opinión sobre desarrollar el arma. Como dijo después:

El programa que teníamos en 1949 fue una cosa horrenda de la que bien se podía deducir que no tenía demasiado sentido técnico. Por eso fue posible argumentar que no se quería algo así incluso si se pudiese tener. El programa en 1951 fue técnicamente tan atractivo que no se podía discutir eso. Las cuestiones ya fueron solo las militares, las políticas, y los problemas humanitarios de qué se iba a hacer con él una vez que se consiguiera.

La primera bomba termonuclear de verdad, nombrada Ivy Mike, se probó en 1952 y produjo 10.4 megatones, una fuerza 650 veces más grande que la de las armas desarrolladas por Oppenheimer durante la Segunda Guerra Mundial.

Fuente: Wikipedia

La Parte III de la nota se publicará el 06-09-2023

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