Julius Robert Oppenheimer (1904-1967), el proyecto Manhattan y las armas nucleares – Parte I

Oppenheimer dando un discurso durante una visita a Israel en 1966. Foto: Bôrîs Karmî /Meitar Collection / Biblioteca Nacional de Israel. Wikipedia - CC BY 4.0

Es una de las personas a menudo nombradas como “padre de la bomba atómica” debido a su destacada participación en el Proyecto Manhattan, el proyecto que consiguió desarrollar las primeras armas nucleares de la historia, durante la Segunda Guerra Mundial.

Julius Robert Oppenheimer. Foto: Wikipedia – Dominio Público

La primera bomba nuclear fue detonada el 16 de julio de 1945 en la Prueba Trinity, en Nuevo México, Estados Unidos. Oppenheimer declararía más tarde que le vinieron a la mente las palabras del Bhagavad-gītā (importante texto sagrado hinduista): “Ahora me he convertido en la muerte, el destructor de mundos”.​ Oppenheimer siempre expresó su pesar por el fallecimiento de víctimas inocentes cuando las bombas nucleares fueron lanzadas contra los japoneses en Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.

Después de la guerra ocupó el cargo de asesor jefe en la recién creada Comisión de Energía Atómica de Estados Unidos y utilizó su posición para abogar por el control internacional del poder nuclear, evitar la proliferación de armamento nuclear y frenar la carrera armamentística entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Después de provocar la ira de numerosos políticos por sus opiniones públicas se le acabaron retirando sus pases de seguridad, perdiendo el acceso a los documentos militares secretos de su país, y se le acabó despojando de su influencia política directa durante una muy publicitada audiencia en 1954. En esa década Estados Unidos vivía en el macartismo (acusaciones de deslealtad comunismo, subversión o traición a la patria en las que no se tiene el debido respeto a un proceso legal justo donde se consideren los derechos humanos del acusado. y todas aquellas personas sospechosas de simpatizar con el comunismo o simplemente de ser disidentes fueron perseguidas por el gobierno); Oppenheimer pudo continuar escribiendo, trabajando en física y dando conferencias. Nueve años después de la audiencia, los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B. Johnson le concedieron y otorgaron respectivamente el Premio Enrico Fermi como un gesto de rehabilitación de su figura.

Oppenheimer consiguió logros notables en el campo de la física, como la aproximación de Born-Oppenheimer (aproximaciones fundamentales de la mecánica cuántica es el desacoplamiento de los movimientos electrónico y nuclear). También trabajó en la teoría de electrones y positrones, el proceso de Oppenheimer-Phillips de la fusión nuclear y en la primera predicción sobre el efecto túnel (fenómeno cuántico por el que una partícula viola los principios de la mecánica clásica penetrando una barrera de potencial o impedancia mayor que la energía cinética de la propia partícula). Junto a sus alumnos hizo importantes contribuciones a la teoría moderna sobre las estrellas de neutrones y los agujeros negros, así como a la mecánica cuántica, la teoría cuántica de campos y las interacciones de los rayos cósmicos. Como profesor y promotor de la ciencia, se le recuerda como uno de los fundadores de la escuela estadounidense de física teórica que ganó prominencia mundial en la década de 1930. Después de la Segunda Guerra Mundial, también ocupó el puesto de director del Instituto de Estudios Avanzado en Princeton.

Estudios

Robert Oppenheimer hijo de Julius S. Oppenheimer (un adinerado importador textil judeo alemán que había emigrado hacia los Estados Unidos en 1888) y de Ella Friedman.  Estudió en el Ethical Culture Society School. Durante toda su vida fue un estudiante muy versátil, con buena aptitud tanto para las ciencias como para las artes. Entró en la Universidad Harvard con un año de retraso debido a un ataque de colitis. Durante ese año, viajó con un profesor de literatura ya jubilado para recuperarse en Nuevo México. Regresó bien recuperado compensando su retraso de un año graduándose summa cum laude en solo tres años en Química.

Durante sus estudios en Harvard, Oppenheimer se interesó en la física experimental en la asignatura de Termodinámica dictada por el profesor Percy Bridgman, y como para la época no había en los Estados Unidos centros de física experimental de clase mundial, se le sugirió continuar sus estudios en Europa. Fue aceptado como estudiante de postgrado en el famoso Laboratorio Cavendish de Ernest Rutherford en la Universidad de Cambridge. La poca destreza de Oppenheimer en el laboratorio le hizo comprender que su fuerte era la física teórica, no la experimental. En 1926 partió hacia la Universidad de Gotinga, en Alemania, para estudiar bajo la supervisión de Max Born. Gotinga era entonces uno de los principales centros en física teórica en Europa. Oppenheimer hizo amistad allí con otros estudiantes famosos, como Paul Dirac, y a la edad de veintidós años obtuvo su doctorado. Oppenheimer era conocido por ser un estudiante que aprendía muy rápidamente y dotado de una muy notable inteligencia.

Enseñanza

En Gotinga, Oppenheimer publicó muchas contribuciones importantes a la entonces recién desarrollada mecánica cuántica, particularmente, un artículo muy conocido sobre la llamada aproximación de Born-Oppenheimer, que separa el movimiento nuclear del movimiento electrónico en el tratamiento matemático de las moléculas. En septiembre de 1927, regresó a Harvard como joven experto en física matemática y miembro del Consejo de Investigación Nacional estadounidense, y desde principios de 1928 fue profesor en el Instituto Tecnológico de California (Cal. Tech.). Estando allí, recibió múltiples ofertas de diversas Universidades y aceptó un puesto de profesor asistente en física en la Universidad de California en Berkeley, compatible con su puesto en California Tech. Según sus palabras, Berkeley “era un desierto” y paradójicamente un lugar sembrado de oportunidades. Cada primavera, Oppenheimer enseñaba en Cal. Tech. para mantenerse al día con la investigación en su área. Oppenheimer entabló amistad con Linus Pauling y habían planeado trabajar juntos en investigación, pero esto nunca se concretó.

Antes de comenzar a dar clases en Berkeley, Oppenheimer sufrió de tuberculosis, y debió pasar algunas semanas en un rancho en Nuevo México junto con su hermano. Más adelante adquiriría ese rancho y solía decir que la física y el campo desértico eran sus dos grandes amores; amores que se combinaron más adelante al escoger el sitio de Los Álamos para las instalaciones del proyecto de la bomba. Luego de un período de recuperación, regresó a Berkeley, donde dirigió a toda una generación de físicos que lo admiraban por su altura intelectual y sus amplios intereses. El Premio Nobel de Física Hans Bethe más adelante diría sobre él:
Probablemente el ingrediente más importante que Oppenheimer agregaba a sus clases era su gusto exquisito. Siempre sabía cuáles eran los problemas importantes, como se observa en su selección de temas. Realmente vivía esos problemas, buscando una solución y comunicando su preocupación al grupo.
Hans Bethe

Oppenheimer fue amigo y trabajó estrechamente con el físico experimental Ernest O. Lawrence y su grupo pionero en trabajos con el ciclotrón (es un tipo de acelerador de partículas), ayudando a comprender los nuevos datos experimentales que producían con sus equipos en el Laboratorio de Radiación.

Oppenheimer realizó investigaciones importantes en astrofísica, física nuclear, espectroscopia y teoría cuántica de campos. Su contribución más conocida, realizada como estudiante de posgrado, es la aproximación de Born-Oppenheimer ya mencionada. También realizó contribuciones importantes en la teoría de la lluvia de rayos cósmicos y realizó trabajos que condujeron más adelante a descripciones del efecto de túnel cuántico. A finales de la década de 1930, fue el primero en escribir trabajos que sugerían la existencia de lo que hoy se llaman agujeros negros (región finita del espacio descrita en las ecuaciones de Einstein, cuyo interior posee una concentración de masa lo suficientemente elevada como para generar un campo gravitatorio tal que, salvo por un determinado tipo de procesos cuánticos, ninguna partícula ni radiación -ni siquiera la luz- pueden escapar de él). En 1930 escribió un trabajo que esencialmente predecía la existencia del positrón (partícula elemental, antipartícula del electrón que había sido postulado por Paul Dirac), una formulación que sin embargo no llevó hasta el final debido a su escepticismo sobre la validez de la ecuación de Dirac. Aun para los expertos, los trabajos de Oppenheimer fueron considerados difíciles de entender. Oppenheimer era aficionado a utilizar técnicas matemáticas elegantes, pero extremadamente complicadas para demostrar principios físicos. En algunos casos se le han encontrado algunos errores matemáticos, probablemente debido a la precipitación.

Muchos han pensado que los descubrimientos de Oppenheimer no están a la altura de sus habilidades y talentos. Lo consideran un físico excepcional, pero no lo ubican entre los más grandes, aquellos que han amoldado las fronteras del conocimiento. Una posible razón para ello fueron sus variados intereses, que le impidieron concentrarse en algún campo durante suficiente tiempo como para producir avances más importantes. Su colega y confidente Isidor Rabi dio más tarde la siguiente interpretación:

Oppenheimer tuvo una muy completa formación en aquellos campos que caen fuera de la tradición científica, como su interés en la religión, particularmente en la religión hindú, que se transformó en una especie de sentimiento de misterio que lo rodeaba. Veía la física con claridad, mirando lo que ya se había logrado, pero en el límite tendía a sentir que había mucho más de misterio de lo que realmente había… se alejó de los métodos fuertes y crudos de la física teórica en dirección hacia un sentimiento místico de amplia intuición.
Isidor Rabi

A pesar de esto, muchos (entre ellos el físico Luis Álvarez) han sugerido que si Oppenheimer hubiera vivido lo suficiente como para ver sus predicciones sustentadas por experimentos, hubiera ganado un Premio Nobel por su trabajo en el colapso gravitacional, relacionado con las estrellas de neutrones y los agujeros negros.

Posiciones políticas

Durante la década de 1920, Oppenheimer se mantuvo alejado de los acontecimientos del mundo. En algún momento afirmó no haberse enterado de la crisis financiera de 1929 hasta más tarde (Oppenheimer en lo personal no tenía muchas preocupaciones financieras debido a su herencia familiar). Fue solamente al relacionarse con Jean Tatlock, hija de un profesor de literatura de Berkeley, en 1936, cuando se interesó en la política. Al igual que muchos intelectuales de la década de 1930 apoyó las ideas comunistas y, gracias a su capital heredado (más de 300.000 dólares, cantidad enorme en la época), podía financiar muchos esfuerzos políticos de izquierda. La mayoría de estos aportes estuvieron dedicados a financiar recolecciones de fondos a favor de los republicanos en la guerra civil española y otras actividades antifascistas. Nunca se inscribió oficialmente en el Partido Comunista de los Estados Unidos (su hermano Frank sí lo hizo, en contra de la opinión de Robert), aunque historiadores como Gregg Herken afirman haber encontrado evidencias de que Oppenheimer tuvo relaciones con el partido comunista en las décadas de 1930 y 1940. En noviembre de 1940, se casó con Katherine Puening Harrison, una estudiante “radical” de Berkeley, y en mayo de 1941 tuvieron a Peter, su primer hijo.

Implicación en el desarrollo de la bomba atómica

El proyecto Manhattan

El Proyecto Manhattan era el nombre en clave de un proyecto de investigación llevado a cabo durante la Segunda Guerra Mundial por los Estados Unidos con ayuda parcial del Reino Unido y Canadá. Su objetivo final era desarrollar la primera bomba atómica. La investigación científica fue dirigida por Oppenheimer mientras que la seguridad y las operaciones militares corrían a cargo del general Leslie R. Groves. El proyecto se llevó a cabo en numerosos centros de investigación. El más importante fue el Distrito de Ingeniería Manhattan, situado en el actualmente conocido como Laboratorio Nacional Los Álamos, en Nuevo México.

El proyecto agrupó a una gran cantidad de eminencias científicas (física, química, ciencias informáticas). Tras los experimentos previos a la guerra en Alemania, se sabía que la fisión del átomo era posible y que los nazis estaban ya trabajando en su propio programa nuclear. No costó reunir a todas aquellas mentes brillantes, con el objetivo de conseguir la bomba antes que los alemanes.

En la carrera por la bomba nuclear, los alemanes tenían el Proyecto Uranio y los soviéticos la Operación Borodino.

La Parte II se editará el 05-09-2023

Fuente: Wikipedia

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