Israel y Gulliver

11 marzo, 2022 , , , ,
Gulliver, capturado por los liliputienses. Óleo de Vibert (ca. 1870). - Foto: Wikipedia - Dominio Público

Elías Farache S.

A estas alturas del siglo y de la historia, con la extensa experiencia acumulada, mucha de ella muy reciente, parecía improbable que se desatara un conflicto de la magnitud del que se vive entre Rusia y Ucrania. Potencias mundiales, instituciones internacionales, diplomacia de alto nivel y gran poder de disuasión de muchos, parecían anunciar a la humanidad el fin de guerras convencionales a la vieja usanza, con víctimas por doquier, destrucción de infraestructuras civiles, movimiento de refugiados y todo aquello que tanto se ha de lamentar.

Este triste episodio de la historia, le toca a los judíos vivir en circunstancias bien curiosas, por llamarlo de alguna forma. En primer lugar, siendo una situación que se presenta en una zona de Europa donde los progromes brillaron por su cantidad, frecuencia y violencia, son precisamente los judíos quienes han tenido la primera chance de salvarse. Si es por tener la nacionalidad de Israel, ser ciudadanos israelíes, la ventaja de consulados y representaciones diplomáticas a su disposición. Si es por ser judíos, el derecho a la emigración a Israel en virtud de su ascendencia. Esto no deja de ser una curiosidad histórica, o señal clara que los tiempos mesiánicos están cercanos.

Con la existencia de un estado judío en el concierto de las naciones, la posición de los judíos es sustancialmente distinta y mejor. Es muy distinta una guerra en Europa para los judíos con Estado de Israel a una sin contar con el Estado judío.

Llama la atención la importancia de Israel en el panorama mundial. Es un estado pequeño, una potencia regional circunscrita a un limitado ámbito geográfico. Con una población escasa en comparación a cualquier otra población. Con recursos suficientes, pero comparativamente escasos. Sin embargo, su papel en estos momentos rebasa a la proporcionalidad de su tamaño y fuerza.

Es lógico. En Ucrania existen comunidades judías de importancia que cuentan con el apoyo virtual y real de Israel. Es algo de lo cual los gobernantes israelíes no se desentienden porque es parte constituyente del Estado. Rusia es un factor importante para la seguridad de Israel. Su presencia en Siria lo convierte en casi país fronterizo de Israel, y los intereses de la seguridad de los ciudadanos israelíes dependen en mucho de la buena voluntad rusa en permitir las incursiones israelíes que desbaraten ciertas iniciativas peligrosas en territorio sirio.

Pero hay más. La ética judía obliga a un compromiso moral con los agredidos y una condena a los agresores. Entre el pragmatismo y la ética, la senda se convierte en difícil de transitar. El presidente de Ucrania apela a su condición judía, el presidente Putin asoma su postura benevolente, los Estados Unidos recuerdan su rol de amigo incondicional de Israel. Muchas aristas de un conflicto para el pequeño Estado judío, su primer ministro, su gabinete. Para gobierno y para oposición.

El sábado pasado, en flagrante violación del Shabat judío, día de descanso, donde se prohíbe cualquier actividad cotidiana, el primer ministro Naftali Bennett fue al encuentro de Vladimir Putin para servir de mediador. Tremendo reto para un primer ministro, enfrentarse a alguien como el poderoso Putin, bajo la mirada de un mundo ávido de críticas y resultados. La ley judía permite desecrar el Shabat en aras de salvar vidas. Muchos se refirieron a salvar vidas de ucranianos, vale la pena incluir en esta dispensa la vida también de todos aquellos que dependen de un equilibrio mundial entre las potencias, de la buena voluntad de gobernantes poderosos y de potencias imperialistas. Esa era la misión de Bennett.

Con todo y lo anterior, el rol de Israel estos días recuerda la famosa obra satírica del irlandés Jonathan Swift, “Los Viajes de Gulliver”. Gulliver llega a Liliput donde es un gigante, y en otro viaje llega a una tierra donde es doce veces menor en tamaño que sus habitantes. Bennett e Israel se asemejan a unos liliputenses a la hora de entablar conversaciones de tu a tu con el imperio ruso, servir de mediador y dar la cara al mundo. En otro sentido, debido a los kilates morales y las responsabilidades del Estado judío con sus ciudadanos, los judíos y con la humanidad, son el Gulliver que llega a tierra de liliputenses.

Así es Israel. Un Gulliver en cualquiera de los escenarios.

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One thought on “Israel y Gulliver”
  1. Ustedes prestan ayuda humanitaria, ante «»TODO»» Luego está o estará si actuaron de una u otras formas o maneras. Ante TODO respetar y atender por igual con : salud, casa, comida, cultura, atención , seguimiento a unos y a otros por igual pero a sabiendas que son distintos pueblos e historias. Es decir individuos. No es poco recibir seres humanos con diversas culturas o distintos … E incluso con otras normas y pautas de convivencia. Si logran posicionarse como un Estado Nación permeable a las necesidades de ACNUR, pues…. Siguen los mejores lineamientos que son los de todos y por ende más allá del presente a futuro se los reconocerá y valorará. Una bandera pero DIVERSOS como el Cosmos

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