Cifras difundidas hoy por el Ministerio de Salud muestran que el porcentaje de positivos se mantiene por debajo del 8% y el coordinador nacional para la pandemia, Roni Gamzu, estima que «de seguir por este camino», el país estará «preparados para el invierno».
Los 2.925 nuevos casos identificados en las últimas 24 horas (de poco más de 37.000 pruebas) mantienen la tendencia decreciente de contagios registrada durante la última semana, tras 15 días de aumentos incesantes.
Desde el pasado 18 de septiembre rige en el país un confinamiento general, que no pudo detener la escalada hasta los casi 9.000 positivos diarios (de menos de 70.000 pruebas) hace poco más de una semana. Pero ahora parece que empieza a dar resultados.
Durante una visita a la ciudad de Julis, en el norte del país, Gamzu dijo que espera que la cifra de casos diarios baje a los 2.000 la semana que viene, aunque alertó del riesgo de ser complacientes frente a las restricciones.
Por otra parte, el director general de Salud, Chezy Levy, enfatizó hoy que el Gobierno logró «bajar la morbilidad con este confinamiento», que esta previsto se extienda al menos hasta el próximo miércoles.
En una entrevista este sábado con el canal local N12, Levy advirtió, sin embargo, que es probable que el cierre se extienda una semana más para luego comenzar una lenta desescalada.
Hasta el momento, las medidas implementadas han sido mayormente respetadas por la población que ha expresado su frustración por la gestión gubernamental de la pandemia, que muchos consideran irresponsable y motivada por intereses políticos del primer ministro, Benjamín Netanyahu.
Desde el comienzo de la crisis sanitaria mundial Israel ha registrado casi 290.000 casos de coronavirus, 62.000 de ellos aún activos y 845 en estado grave. Un total de 1.914 personas han fallecido por la enfermedad, cuya segunda y grave oleada parecería lentamente estar cediendo. EFE