Israel comenzará el nuevo año escolar marcado por COVID-19 el uno de septiembre

Alumnos arriban a la escuela en la comunidad israelí de Maalé Adumim Foto: REUTERS/Ammar Awad

Israel comenzará el nuevo año escolar el uno de septiembre, una vuelta al colegio marcada por la crisis del coronavirus que las autoridades prevén compleja por los cambios para adaptarse a la situación, lo que requiere una preparación acelerada para dejarlo todo a punto y una importante inversión económica.

«El tiempo de preparación es corto y la misión es muy compleja», declaró el ministro de Educación, Yoav Gallant, que presentó este jueves oficialmente su plan para el próximo curso, y advirtió que el retorno a las aulas «no será perfecto», según informó hoy el digital Times of Israel.

Según Gallant, el inicio del curso escolar deberá hacerse de manera suave, ya que las nuevas medidas no llegarán inicialmente a todos los centros educativos y será un proceso gradual.

El Gabinete de Gobierno aprobó el domingo pasado un presupuesto de 4.200 millones de shékeles (unos mil millones de euros) para el plan escolar, un paquete destinado a adaptar el sistema educativo al nuevo modelo que se pondrá en marcha.

Este prevé que los niños de guardería (jardines de infantes) y de los primeros dos cursos de primaria asistan a las aulas manteniendo el formato habitual.

En los cursos superiores y hasta la secundaria (el instituto), los grupos se reducirán y serán de un máximo de 18 alumnos, y se combinará la formación en el aula con la virtual: los estudiantes harán dos días de clase presencial, y el resto será de forma telemática.

Para ello, el Gobierno dedicará 1.200 millones de shéqueles (296 millones de euros) para mejorar los sistemas de educación remota.

Asimismo, se abrirán 13.000 nuevos puestos para maestros y auxiliares, y el resto del paquete presupuestario se destinará a equipos de higiene, a programas de apoyo a grupos desfavorecidos y a servicios de información.

También se harán controles de temperatura en las entradas de las escuelas, se realizará una mayor limpieza regular y en cada clase habrá líquido desinfectante disponible.

El plan busca prevenir que las escuelas sean de nuevo un foco de transmisión de la COVID-19, como ocurrió con la reapertura de los centros durante la desescalada, entre mayo y junio, cuando la detección de positivos en varios colegios hizo cerrar clases y cursos enteros y mandó a miles de alumnos en cuarentena a sus casas.

Israel vive actualmente una segunda ola de la pandemia con más contagios que la primera. En julio alcanzó un pico de más de 2.000 casos diarios, y en las últimas jornadas la curva parece aplanarse ligeramente, pero el país aún supera ampliamente las mil infecciones diarias, por lo que su propagación no está todavía bajo control.

Hasta ahora, el Gobierno ha evitado volver al confinamiento o a imponer medidas de cierre más duras, pero advierte que podría tomar decisiones más drásticas si en las próximas semanas no consigue reducir los casos a cientos. EFE

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