Los miembros del Gabinete de Seguridad emitieron nuevas advertencias a Irán, poco después de que el país admitiera públicamente por primera vez que la Fuerza Aérea voló en pedazos un reactor nuclear sirio en 2007.
La confirmación oficial puso fin a una política de más de diez años que buscaba evitar referirse al ataque, conocido en el mundo entero como la “Operación Huerto” (Orchad) -ejecutado poco antes del amanecer del 6 de septiembre de 2007 en la zona de Deir ez-Zor- con una sonrisa y un irónico «según informes extranjeros».
El ministro de Defensa, Avigdor Liberman, que en aquel momento se desempeñaba como ministro de Asuntos Estratégicos, manifestó que «la histórica y valiente decisión que tomamos demostró que no nos pueden disuadir en cuestiones de seguridad”.
«Trate de imaginar lo qué hubiera pasado si no hubiéramos actuado», subrayó Liberman. «Estaríamos enfrentando una Siria nuclear».
Haciendo alusión a las ambiciones nucleares actuales de Irán y sus constantes amenazas de destruir a Israel, el ministro de Defensa agregó que «la motivación de nuestros enemigos ha aumentado en los últimos años, pero también lo ha hecho la potencia del Ejército de Defensa de Israel… Esta ecuación debe ser entendida por todos en el Oriente Medio». El ministro de Inteligencia, Israel Katz, fue aún más explícito al vincular el ataque al reactor nuclear sirio con Irán.
«La valiente decisión del gobierno de Israel hace casi once años de destruir el reactor nuclear en Siria y el éxito de la consiguiente operación envía un mensaje claro: Israel nunca permitirá que países como Irán amenacen su existencia con la tenencia de armas nucleares», destacó Katz.
El diputado laborista Amir Peretz (Campo Sionista), que había sido ministro de Defensa hasta que fue reemplazado por Ehud Barak, dos meses y medio antes de la operación, expresó que el ataque «demostró que el Estado de Israel no se quedará con los brazos cruzados y tomará las acciones necesarias para eliminar cualquier amenaza existencial».
En realidad , un disparo por elevación. Y harían bien los iraníes en tomar en cuenta el viejo refrán español
» Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar».
Bueno ya el presidente iranis le dijo al de irael que se dejara de tanto blablabla y se atreviera a penetrar en territorio Iranis, que ellos no viven de fabulas y teatros baratos.