¿Fue el Gran Muftí de Jerusalén uno de los arquitectos del Holocausto?

Haj Amin al-Husseini reunido con Adolf Hitler (28 Noviembre de 1941). Foto: Wikipedia - CC-BY-SA 3.0

Por Ricardo Angoso

El Gran Muftí de Jerusalén, nacido como Amin al-Husayni en 1895, fue uno de los más acérrimos simpatizantes del nazismo y un antisemita militante desde su juventud. Después de servir en el ejército otomano, en 1921 se estableció en Palestina bajo dominio británico y ese mismo año fue elegido Gran Muftí de Jerusalén y presidente del Consejo Supremo Musulmán de los territorios ocupados, cargo donde desplegó una gran negativa influencia sobre los musulmanes residentes en toda Palestina. El cargo de Gran Muftí de Jerusalén fue creado por el gobierno militar británico de Ronald Storrs en 1918 y su elección recae en un clérigo musulmán sunita a cargo de los lugares sagrados islámicos de Jerusalén, incluida la mezquita de Al-Aqsa.

Entre 1929 y 1936, el Gran Muftí estuvo detrás, como instigador de las matanzas, de decenas de ataques y agresiones a los judíos en Palestina, entre las que destacó por su virulencia y crueldad el pogrom de Hebrón. Esta matanza se inició el 23 de agosto de 1929 y  fue perpetrada por una masa de árabes palestinos armados de bastones y cuchillos que se agruparon para asesinar a los judíos de Jerusalén y sus alrededores, desde donde se extendió al resto del territorio palestino. Los supervivientes se vieron obligados a huir de Hebrón, y sus bienes fueron aprehendidos y ocupados por los residentes árabeshasta después de la Guerra de los Seis Días de 1967. En total, hubo 67 muertos, 66 heridos y centenares de expulsados de sus casas, negocios y tierras por décadas.

En los años treinta, el Gran Muftí  desempeñó un papel destacado en la formación de las primeras guerrillas árabes que atacaban a los judíos y a los británicos para oponerse al establecimiento de un Estado judío en el Mandato británico de Palestina. Sus actividades se dirigieron también a desafiar a la autoridad británica en Palestina, por lo cual pronto tuvo que exilarse en Alemania, esperando hallar allí un régimen aliado gracias a su antisemitismo. Hitler había llegado al poder en 1933, a través de unas elecciones democráticas, y desde su llegada al gobierno había expresado públicamente que uno de los objetivos programáticos del régimen era el exterminio de todos los judíos de Europa.

Foto: Wikipedia – CC BY-SA 3.0 de

Una vez instalado en Alemania, en 1941 se reunió con Hitler y comenzó a colaborar activamente con los nazis, a los que alentó a exterminar a todos los judíos del continente. De acuerdo con el profesor Bernard Lewis, allí habría tratado de convencerlo (a Hitler) para que ampliase el exterminio de judíos a los territorios que la Francia de Vichy y la Italia fascista controlaban aún en el norte de África, y también propuso que la Luftwaffe bombardeara Tel Aviv, ciudad habitada casi en su totalidad por judíos. Sin embargo, en el acta de la reunión consta únicamente el ruego a Hitler de que proclamase el apoyo alemán al movimiento independentista árabe de Palestina, así como la cortés negativa del Führer al bombardeo solicitado.

Como prueba de su firme adhesión a la causa nazi, Al-Husayni promovió el reclutamiento de musulmanes bosnios y albaneses para las Waffen-SS, ayudando a formar la 13ª División de Montaña SS Handschar. Esta división se volvió célebre por las masacres particularmente atroces cometidas contra los partisanos yugoslavos, motivo por el cual tras la guerra Yugoslavia intentó, sin éxito, la extradición del Muftí cuando estaba refugiado en Egipto. El Muftí, tras la derrota de Hitler en la Segunda Guerra Mundial, huyó primero a Francia y luego a Egipto y el Líbano, donde vivió en la impunidad y siguió fomentando el odio a los judíos.

LAS ACUSACIONES DE PAMELA GELLER CONTRA EL MUFTI

En el año 2010, la historiadora Pamela Geller se refería al descubrimiento de los planos originales del campo de exterminio de Auschwitz por casualidad detrás de una pared en un apartamento de Berlín durante unas obras de renovación, pero el lugar exacto de su descubrimiento se mantiene en secreto. Ese apartamento podría ser el lugar donde vivió el Gran Muftí.

Para Geller, “existen numerosas pruebas que apuntan a un posible lugar donde vivió Hajj Amin al-Husseini, el Gran Muftí de Jerusalén, durante la Segunda Guerra Mundial. Y en el curso de la investigación de esto, descubrí que el Muftí estuvo involucrado en la Solución Final para los judíos europeos, e incluso pudo haberla creado, y sin embargo, su participación central en el Holocausto ha sido encubierta y olvidada”.

El Muftí contaba entre sus amigos cercanos con el criminal Adolf Eichmann, a quien comúnmente se piensa que fue el arquitecto del Holocausto. El periodista Maurice Pearlman, autor del libro de 1947 El muftí de Jerusalén, dijo que el muftí aconsejó a Eichmann sobre las mejores formas de perseguir a los judíos. También Geller se refiere a que durante los juicios de Nuremberg en julio de 1946, el asistente de Eichmann, Dieter Wisliczeny, testificó que el Gran Muftí fue una figura central en la planificación del genocidio de los judíos.

Concretamente, Wisliczeny declaró que “el Gran Muftí ha sugerido repetidamente a las autoridades nazis -incluidos Hitler, von Ribbentrop y Himmler- el exterminio de los judíos europeos. … El Muftí fue uno de los iniciadores del exterminio sistemático de los judíos europeos y había sido colaborador y asesor de Eichmann y Himmler en la ejecución de este plan… Era uno de los mejores amigos de Eichmann y lo había incitado constantemente a acelerar las medidas de exterminio. Le oí decir que, acompañado de Eichmann, había visitado de incógnito las cámaras de gas de Auschwitz”.

CAIDA EN DESGRACIA Y MUERTE EN BEIRUT

Como muestra de su fanático antisemitismo, en una de sus alocuciones radiofónicas en una emisora puesta a su disposición por los nazis, el Gran Muftí exponía que: “Según la religión musulmana, la defensa de la vida es un deber que sólo puede cumplirse aniquilando a los judíos. Esta es vuestra mejor oportunidad para deshaceros de esta raza sucia, que ha usurpado vuestros derechos y ha traído desgracias y destrucción a vuestros países. Matar a los judíos, quemar sus propiedades, destruir sus tiendas, aniquilar a estos  partidarios del imperialismo británico. Tu única esperanza de salvación reside en aniquilar a los judíos antes de que ellos te aniquilen a ti”.

También el Muftí  exigió con éxito que 400.000 judíos que estaban a punto de ser deportados a Tierra Santa fueran enviados a la muerte. No era simplemente un colaborador, sino un socio y aliado de los nazis con gran influencia y poder. También está documentado por Geller que, en cartas prácticamente idénticas, en el verano de 1944, el Muftí se acercó a Alemania, Rumania, Bulgaria y Hungría para acelerar el exterminio de los judíos enviándolos a Polonia, donde estaban ubicadas las cámaras de muerte nazis.

El Gran Muftí llegó a El Cairo en 1947 con la ayuda de las autoridades francesas que no le procesaron ni contestaron a las órdenes de extradición, desde donde intentó continuar con su carrera política liderando a los palestinos y a los árabes contra el naciente Estado de Israel. Sin embargo, su estrella comenzó a decaer en los años cincuenta. Al-Husayni trató en vano de ganar influencia sobre las monarquías de Egipto y Jordania, recibiendo por el contrario rechazos a sus esfuerzos de dirigir un movimiento político significativo, mientras que ningún gobierno árabe lo aceptaba como líder político doméstico, dejándole apenas la jefatura de la debilitada diáspora palestina. Su radicalismo le fue apartando de los centros de poder, y fue perdiendo paulatinamente influencia.

En 1959, abandonado por el régimen de Nasser que le desdeñó abiertamente por su turbio pasado, el Gran Muftí abandonó El Cairo y se instaló en Beirut (Líbano), donde daría por finalizada su fallida carrera política y pública, sin que tengamos muchas noticias de su larga estancia en el país de los cedros. Todas las tentativas por parte de Yugoslavia, el Reino Unido, Austria y Alemania para que fuera extraditado y juzgado por su aborrecible papel en la Segunda Guerra Mundial fueron desoídas por las autoridades árabes de los dos países donde residió. Murió en el olvido en Beirut en 1974 y su último deseo, ser enterrado en Jerusalén, le fue denegado por el gobierno israelí de entonces. Como tantos otros criminales nazis, murió en la cama sin tener que responder nunca por sus abyectos crímenes y obras que solamente la historia juzgará.

FUENTES CITADAS Y CONSULTADAS:

World Jewish Congress:
https://aboutholocaust.org/es/facts/quien-fue-hajj-amin-al-husayni

Breitbart:
https://www.breitbart.com/the-media/2010/02/07/the-mufti-of-jerusalem–architect-of-the-holocaust/

Wikipedia:
https://es.wikipedia.org/wiki/Amin_al-Husayni

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13 thoughts on “¿Fue el Gran Muftí de Jerusalén uno de los arquitectos del Holocausto?”
  1. Pregunto, sr. Angoso, cuál es la finalidad del articulo? Tema que aparte es reconocido ya por quienes estudiamos historia y otras ciencias sociales. Espero usted no pretenda con este articulo justificar acciones de la guerra en curso…

      1. Estudiá un poquito acerca de Martin Buber y su postura en relación a los árabes…El caso del Muftí es coyuntural pero no por eso se debe condenar a una nación que habitó milenios esa tierra también. Saludos.

      1. No. Todo lo contrario. Soy ciudadano israelí. Pero no obtuso, indago en la historia intentando respetar el quehacer científico que tiene esta ciencia social y humana.

      1. La verdad, estos foros son bastante burdos y no permiten ningún análisis. Estudia acerca de empresarios judíos en EE UU que comerciaron con los nazis antes de la II GM. La historia no es «blanco o negro», hay grises y son muchos.

  2. ¿Fue el Gran…
    Esa bestia debió ser juzgada en Nuremberg. Francia es la culpable de que no se pudiera hacer. A lo largo de la historia, la gente de esa fanática religión ha probado que son malos hasta con ellos mismos. ¡Pobre Europa occidental! que los ha acogido pensando que los puede cambiar. Será alrevez, pues ellos usarán su arma demográfica para controlar a todos los países que les han dado inmerecido cobijo.

    1. Los franceses lo protegieron igual que protegieron mas tarde al ayatola Jomeini de Iran. Francia siempre cuidando sus relaciones con lo peor de este planeta

    2. Vos sabés la cantidad de miles de nazis que EE UU incorporó a sus files de científicos? Sabés que Von Braum trabajó para la NASA? y te preocupás sólo por uno? La URSS, EE UU, Argentina, Brasil, Alemania Federal y la Democrática, todos esquivaron el derecho internacional y dejaron libres a miles de nazis, por lo menos, 200 mil. Y te preocupás por uno sólo porque era árabe?

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