Esclavitud. El nudo de la cuestión.

8 enero, 2024
Foto: Pixabay

“Y salió al segundo día, y he aquí que dos varones hebreos reñían. Dijo al malvado: ¿Por qué habrías de golpear a tu compañero? Él dijo: “¿Quién te ha puesto como hombre, ministro y juez sobre nosotros? ¿Hablas tú de matarme como mataste al mitzri(egipcio)?” Moshé temió, y dijo: “Así que el asunto se ha sabido”.
Libro del Éxodo 2: 13-14

Darse cuenta.

Moshé, muestra en todo el relato bíblico un muy bajo nivel de tolerancia a la injusticia humana. Sale de hecho de su palacio, que es su “zona de confort” a interesarse por la suerte de sus hermanos. Y se involucra en pleitos donde otros voltearían la cabeza y cerrarían sus ojos, para no comprometerse y jugarse.

Pero la respuesta que obtiene, más allá de lo textual lo coloca en un estado de shock. Ya que ahora entiende por las palabras del malvado, y nosotros por la exégesis, el motivo del castigo al cual se encuentran sometidos los israelitas.

Odio entre hermanos, y delación.

Dice que Moshé temió, recién ahora, y no lo dice el texto antes, cuando había matado al egipcio. La lengua es la espada más filosa, y el daño que con ella podemos provocar es infinito. La mala palabra, tiene el efecto lesivo de mil golpes.

El dolor provocado, no cicatriza fácilmente, y siempre tenemos efecto residual.

Y el efecto no tarda en llegar: “Y cuando  el Faraón oyó de este asunto, intentó matar a Moshé, así que Moshé huyo de la presencia del Faraón y se asentó en la tierra de Midián; y se sentó junto al pozo”.

Datán y Abiram, son solo un ejemplo, y la expresión de un defecto que D’os no puede tolerar en este pueblo, el elegido para recibir el decálogo, y legar a toda la humanidad, principios universales que expresan el deseo y la orden divina para con el comportamiento humano.

Entender y justificar.

Entender o comprender el sentido de algo, no significa justificar o avalar  determinada situación. Se trata de un primer paso, para intentar encontrar donde está el nudo de la cuestión. Y la razón del castigo tan duro que los hijos de Yaacob debían o deben/mos soportar.

Ya que si entre ellos (nosotros) se pelean, y se dañan sea con palabras o con golpes, Hashem permitirá que ajenos vengan de afuera a golpearnos, para aleccionarnos de que esta no es la manera ni la forma de tratarnos los unos a los otros.

Este proceso se repite muchas veces a lo largo de nuestra historia. La falta de amor al prójimo no es un tema menor ante los ojos de la divinidad, y rápidamente nos lo hace saber.

El problema somos nosotros, y los otros pueblos son solo un instrumento. Son solo la vara o el palo que nos alecciona, y es en verdad el Todopoderoso aquel que decide cuando y de qué forma y con que intensidad.

Recibimos la lección en “formato inyectable y sin anestesia”.

Conclusión.

El 7-10 nos ha despertado, y como Moshé debemos requerir la razón para tanto dolor. Y corriendo hacia el final de estas líneas, y por experiencia propia (situaciones que se viven aquí en Buenos Aires también), la falta de amor hacia nuestro prójimo, el odio gratuito entre hermanos, y la riña son las causales de toda clase de desgracias, que pueden involucrar a un individuo, a una familia o a un colectivo o nación.

Que sea pronto la venida del nuevo Meshíaj de nuestra justicia, o el Salvador. Pronto en nuestros días. Como lo requerimos en nuestras oraciones o tefilot, en forma diaria y reiteradamente rozando lo obsesivo, en forma persistente que en ocasiones toma el matiz del clamor mezclado con el llanto ante la dureza y la crueldad que sufrimos de propios y de ajenos.

Reitero, todo tiene un sentido, un motivo, una causa que en ocasiones es evidente o en otros casos se encuentra tapada o maquillada u oculta. Ese es nuestro trabajo, indagar en nuestra conducta, y escudriñar nuestros pasos. En la rectificación está la respuesta y puede que la solución.

Amén.

Shavua Tov.

Dr. Natalio Daitch

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One thought on “Esclavitud. El nudo de la cuestión.”
  1. > Acaso la razón y solución de los anti-judíos no está expresada en el Salmo 81:12 a 16?: << Pero Mi pueblo no oyó Mi voz, e Israel no Me quiso. Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón; caminaron en sus propios consejos. !Oh, si Me hubiera oído Mi pueblo, SI EN MIS CAMINOS HUBIERA ANDADO ISRAEL!, EN UN MOMENTO HABRÍA YO DERRIBADO A SUS ENEMIGOS, Y VUELTO MI MANO CONTRA SUS ADVERSARIOS. LOS QUE ABORRECEN A ADONAY SE LE HABRÍAN SOMETIDO, Y EL TIEMPO DE ELLOS SERÍA PARA SIEMPRE >>.
    > Entonces, de acuerdo al Salmo, por qué el judío no vuelve a su Dios para CUMPLIR lo pactado y terminar ya! esta agonía milenaria?
    > Al judío le cuesta más que la vida, OBEDECER a su Dios?
    > ¿Quién puede explicarnos con sinceridad?

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