Si bien el descubrimiento de estos amuletos se produjo hace 50 años, la Autoridad de Antigüedades de Israel, el organismo encargado de la recolección, protección y conservación de este tipo de objetos, los mantuvo guardados bajo llave hasta este año.
Se encontraron en una cueva funeraria en Jerusalén, como consecuencia de una excavación en 1971. El encargado de su investigación en ese momento fue Yael Adler, pero falleció antes de publicar cualquier informe. Por eso los descubrimientos quedaron olvidados hasta ahora.
Se encontraron cuentas y pedientes de oro, y un colgante con forma de lúnula, la forma del símbolo de la diosa romana de la luna. Este collar se utilizaba como protección contra el mal de ojo, porque se creía que tenía el poder de invocar los poderes de la diosa. Era habitual que la utilizaran las mujeres o las niñas.
Los objetos recientemente re-descubiertos se expondrán en el 48° Congreso Arqueológico organizado por la Autoridad de Antigüedades de Israel. También participan en esa iniciativa la Asociación Arqueológica de Israel y la Sociedad de Exploración de Israel.
Eli Escusido, responsable del organismo responsable de las antigüedades, compartió algunas de las hipótesis de los expertos en relación a la dueña de los objetos. “Uno puede imaginarse a sus padres y parientes, cómo se separaron de la niña, (…) cómo pensaron en la protección que las joyas le brindarían en la próxima vida. Esa es una situación muy humana, y todos pueden identificarse con la necesidad de proteger a la descendencia, no importa la cultura o el tiempo en el que esté inmerso”.