Este jueves, el presidente de Israel recibió a los líderes de la comunidad cristiana de Tierra Santa para conversar acerca de la situación actual que enfrenta el país de cara a la navidad.
Además, Isaac Herzog reforzó frente a sus invitados el compromiso del Estado de Israel con el bienestar de las distintas comunidades de fe en Tierra Santa: “En el último año, he tomado medidas claras para defender y proteger a las comunidades cristianas en Tierra Santa. Espero que todos los líderes religiosos y todas las voces del mundo cristiano expresen una clara condena de estos horrores y respalden nuestros esfuerzos para erradicar el mal de la faz de Tierra Santa y permitir un futuro diferente para israelíes, palestinos y la región en su conjunto”.
Además, el presidente añadió que “hubo algunos comentarios profundamente decepcionantes de ciertos líderes muy importantes en el mundo cristiano, y esperamos una dirección diferente porque, al final, todos estamos lidiando con algo muy claro: ¿estamos a favor del bien o estamos a favor del mal? Israel está haciendo claramente lo mejor posible. Y está luchando no solo por nosotros contra Hamas, sino por el mundo en general, por las voces de la moralidad”.
Algunos de los líderes cristianos que participaron fueron Teófilo III Giannopoulos, patriarca griego de Jerusalén, Nourhan Manougian, patriarca armenio de Jerusalén y el cardenal Battista Pietro Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén. También estuvo presente el Ministro del Interior de Israel, Moshe Arbel.
Finalmente, Herzog le deseó unas felices fiestas a los asistentes: “permítanme desearles a ustedes y a todos los miembros de las comunidades cristianas en Tierra Santa y en el mundo en general, una feliz navidad y un próspero 2024. Oremos todos por la alegría, la felicidad y una dirección diferente para esta región”.
Lo más habitual, salvo excepciones, es que los líderes cristianos sean pacifistas, quedaría feo o de ser poco coherente con los preceptos religiosos más básicos el contemplar el apoyo a una guerra, muy parecido a los budistas y a hinduistas que nunca comen animales y algunos hasta barren por donde andan para no matar a una hormiga de un pisotón. La guerra si acaso solo podría ser por una causa defensiva, por otra parte depende definirla de acción defensiva de la interpretación o de la manipulación de cada cual, siendo los católicos los más expertos en hacer parecer por buena o por la única las interprpretaciones que finalmente decidan.
Las excepciones son algunas sectas cristianas evangélicas, que ahora les ha dado por apoyar a Israel y muchos son casi más beligerantes que los propios israelíes. O en España los más católicos, siempre muy de derechas o fascistas, suelen ser muy amigos del empleo de la violencia, las guerras, guerras civiles, coacciones, etc. para defender las políticas basadas en su ultracatolicismo o por una añoranza de su pasado, ya que las bases históricas de su ideología la sitúan en la España de la Edad Media y de los Reyes Católicos, y en el Imperio Español, etc. cuando los católicos eran muy beligerantes, o muy incultos que apenas se interesaban por otra cosa que no fuese el ultracatolicismo y la guerra. Además ahora a estos españoles les ha dado también por apoyar a Israel, casi que yendo en contra de sus propias creencias, su añorada historia española con la Expulsión de los judíos y la Santa Inquisición para homogeneizar y unificar más fácilmente la España. Durante esos años tan añorados por la derecha y fascistas españoles, el Papa concedió a los reyes españoles el privilegio de contar con cierta independencia política o religiosa, esta sería la causa de que aun exista una cierta diferenciación de los ultracatólicos españoles o muchos fascistas y de derechas españoles han criticado y critican al Papa y a los miembros de la Iglesia Católica Española que obedezca al Vaticano por considerarlos clericales o contaminados por los intereses de poderes económicos y políticos internacionales, por no llamarlo la conspiración judeomasónica, cuando no acusan directamente al Papa y al Vaticano por ser comunistas o judeomasones, ya no digamos ahora con el actual Papa jesuita rojillo Francisco, mientras que estos fascistas o estos perlas católicos españoles serían los católicos verdaderos o los originales, o seguirían siendo los mismos incultos belicistas del Cid Matamoros y también gran estafador de los banqueros judíos, y de los católicos de la Santa Inquisición Española.
O por ejemplo el Opus Dei, una secta ultracatólica española muy influyente en la política española sobre todo cuando gobierna la derecha, y que también está en otros países, el gran líder Escriba o Escrivá de Balaguer en su manual sectario «Camino» en el axioma 387 va y dice: «El plano de santidad que nos pide el Señor, está determinado por estos tres puntos: La santa intransigencia, la santa coacción y la santa desvergüenza.», o en el axioma 833, ya casi llegando al final con el axioma 999 (el revés del 666, el número de la Bestia), va y suelta: «¡Caudillos!… Viriliza tu voluntad para que Dios te haga caudillo. ¿No ves cómo proceden las malditas sociedades secretas? Nunca han ganado a las masas. —En sus antros forman unos cuantos hombres-demonios que se agitan y revuelven a las muchedumbres, alocándolas, para hacerlas ir tras ellos, al precipicio de todos los desórdenes… y al infierno. —Ellos llevan una simiente maldecida.», que cualquier español que se precie de serlo sabe más que de sobra que se refiere a los demoníacos judeo-masones y sus infiltrados en partidos políticos de izquierdas, comunistas, feministas, separatistas, etc.