El país de nunca jamás de Mahmoud Abbás

30 diciembre, 2021 , ,
REUTERS/Amir Cohen

José I. Rodríguez 

La visita se efectuó al domicilio particular del ministro Gantz que en términos generales y sin querer entrar en cuestiones de carácter jurídico no se puede considerar un encuentro bilateral ya que no se trata de mandatarios diferentes, de países diferentes. La visita de Abbás solo se puede enmarcar en un contexto privado de dos personas que se reúnen para charlar tomando un café coloquialmente hablando en la residencia de uno de ellos. 

Los medios de comunicación o la propia oficina de relación con los medios del ministro Gantz han publicado algunas líneas de los asuntos que se han tratado en la mencionada visita a la casa del ministro israelí. Al no ser en la práctica una visita oficial, con todo lo que implica, lo más acertado es hablar de una conversación entre dos personas con ciertos intereses comunes ¿Qué intereses comunes pueden tener alguien que subvenciona a los terroristas que asesinan judíos y un ministro de Israel? Algo no encaja correctamente. 

El énfasis dado es que “se trata de la primera visita de Abbás a Israel desde 2016, cuando acudió al funeral de Shimon Peres, y la primera reunión oficial que sostiene en territorio israelí desde el año 2010” ¿Una visita de Abbás a una residencia privada en Israel se puede considerar una visita oficial de Estado? ¿Acaso Abbás viene de otro país? Tal vez no estoy bien informado, pero que sepamos hasta el día de hoy Palestina no existe por tanto difícilmente Abbás puede venir de otro país al mismo país dónde reside que evidentemente es Israel. Qué alguien lo explique, por favor. 

En el encuentro intergaláctico, bien podría ser definido así, lo más resaltado por los mencionados medios es “el interés de Israel por fortalecer la cooperación en seguridad para prevenir el terrorismo y la violencia”. Claro que el interés de Israel es prevenir la violencia y el terrorismo, pero no creemos que Abbás tenga el mismo interés ni mucho menos. Los intereses de Abbás van en la dirección de desgastar al gobierno israelí acumulando acusaciones contra Israel en los foros internacionales donde le permiten vociferar contra el mismo país que le protege y permite a la vez vivir dentro de sus fronteras. 

En otro giro idiomático enfocado a satisfacer al insaciable Abbás se nos dice que hablaron de terrorismo y a renglón seguido se menciona directamente a los colonos. El “ministro” de asuntos civiles de la Autoridad Palestina se le ocurre decir “que los dos habían discutido cuestiones políticas y la violencia de los colonos extremistas israelíes de Judea y Samaria contra los palestinos, entre otros temas” ¿Serían los otros temas el terrorismo palestino? En el país de nunca jamás de Abbás no existen terroristas palestinos solo violentos colonos a los cuales hay que combatir incluso pagando para que sean asesinados. El terrorismo palestino, aunque no es políticamente correcto mencionarlo, precisa por nuestra parte que sea expuesto tal cuál es en todos los medios de comunicación que se precien de ser democráticamente humanos.  

La residencia privada de un ministro de Israel, por muy respetable que sea, no puede sustituir al Estado de Israel y menos para mantener conversaciones que afectan al conjunto de la nación. Si Abbás quiere hablar con el Estado de Israel, único representante del Pueblo Judío con mayúsculas, que lo haga con todas las consecuencias y no como visitando un país extranjero en la casa de un viejo conocido. El país de nunca jamás de Mahmoud Abbás está en otra galaxia a años luz de la realidad por lo cual debería ser recibido en la NASA en el contexto de su programa espacial de objetos voladores no identificados. Hazlo saber. 

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