Por el general de brigada (retirado) Dr. Meir Elran
De las 21 comunidades aledañas a la línea de conflicto en el norte, que ya en julio de 2018 fueron propuestas para su protección, esta es la primera comunidad en ser protegida.
Esto es parte de un proyecto plurianual de 5 mil millones de shekels para proteger hogares privados e instituciones públicas situadas hasta 9 km de la frontera libanesa.
A primera vista, estas son buenas noticias para los habitantes de Kfar Yuval.
Sin embargo, resta importancia al hecho muy preocupante de que los gobiernos israelíes no llevan a cabo muchas de sus decisiones y que el proyecto vital de proteger el norte flaquea con una lentitud terrible.
Es imposible explicar por qué el gobierno no cumple con su obligación de brindar a los habitantes del norte la protección que requieren ante las evidentes amenazas de Hezbollah.
También es difícil entender por qué el plan, que se lleva a cabo a paso de tortuga, no va acompañado de un amplio plan civil que dé una respuesta defensiva a todos los habitantes del norte y del país en general que están dentro del alcance de los cohetes que los amenazan.
No es posible cerrar la brecha desconcertante entre la acumulación de armas ofensivas de Hezbollah y la falta de nuestra respuesta defensiva básica.
Esta laguna surge en una gama de campos relacionados con la protección de la población civil: protección contra perturbaciones severas de la naturaleza, tales como terremotos, y también de los enemigos.
Fuente: INSS The Institute for National Security Studies