Luego del ataque del 7 de octubre sobre civiles, y la muerte de más de 1300 israelíes en manos de terroristas de Hamás, el Banco de Israel, en conjunto con el gobierno y las entidades financieras privadas, comenzaron a trabajar en un paquete de medidas para aliviar el impacto financiero del conflicto.
Es por esto que, el Departamento de Supervisión Bancaria le pidió a las instituciones emisoras de tarjetas de crédito y a los bancos que aplicaran medidas extraordinarias.
A partir de ese pedido, el Banco de Israel anunció un conjunto de iniciativas que busca proteger específicamente a las víctimas de los ataques, a los residentes cercanos a la Franja de Gaza (en un radio de 30 kilómetros) y las familias de las víctimas fatales o heridos durante la escalada de violencia del conflicto. También se tendrá en cuenta a los evacuados y a los reservistas.
Los afectados por los ataques podrán, a partir de ahora, pausar sus pagos hipotecarios por tres meses, sin intereses adicionales. Además, se les perdonarán los retrasos en la devolución de créditos, ya sean personales o empresariales. Por otro lado, los bancos ofrecerán facilidades para administrar los períodos de pago de estos compromisos.
Amir Yaron, el gobernador del Banco de Israel, expresó que “durante estos tiempos difíciles, todos debemos involucrarnos y es importante que los bancos sigan brindando soluciones al público para enfrentar las dificultades económicas resultantes de la guerra”.
Además, agregó que se trata de un plan integral: “reunimos a los jefes del sistema bancario para formular un plan uniforme, con énfasis en ayudar a la población perjudicada, a las fuerzas de seguridad y a quienes tienen que evacuar sus hogares”.